OPOSITOR EN CONCIENCIA
Por Francis Berti
Opositor en conciencia, no es más que un cobarde de insistencia, un remolino sin salida que aparece en las extremidades de la ignorancia de su felonía por acercarse al estado que aunque por puta realidad es parte subyacente de su propia cobardía de bañar los estertores de aquello que desea crecer. Estos opositores en conciencia se multiplican por ósmosis de regalos propicios para mantenernos a pocos huidores de ellos en un solo camino de repeticiones de constante y determinada constelaciones de principios, somos los menos.
El principio del Opositor en Conciencia es simple. Es un tiempo que no se gasta, sino que se envenena. No necesitan grandes batallas ni discursos incendiarios. Su victoria reside en la erosión lenta y silenciosa del tiempo ajeno. Un correo electrónico que no responde, una cita que se pospone sin motivo, un comentario sutilmente ambiguo que obliga a una docena de aclaraciones. La cobardía no es una debilidad, es una herramienta. Una herramienta para pudrir el tiempo del otro con la insignificancia de sus acciones. Y mientras nosotros, los pocos, malgastamos nuestras energías en entender su aparente pasividad, ellos avanzan.
No conquistan con fuerza, sino con la inmovilidad. Se sientan en el centro de nuestra frustración y la miran crecer. Hacen de su presencia un lastre, un ancla que nos arrastra al fondo. Y lo hacen con tal convicción, con una felonía tan sutil, que terminamos por creer que el remolino es nuestro, que la inanición es un estado natural. Así, la sociedad se vuelve suya. Un territorio abonado por nuestra impotencia.
El método del Opositor es una guerra de desvanecimientos. Su mayor arma es la ausencia. No la ausencia física, sino la ausencia de compromiso, de respuesta, de dirección. Es una mano que se extiende pero que nunca llega a tocar. Es una promesa que se hace y se deshace en el mismo aliento. Es el arte de ocupar un espacio vital sin ser. Nos arrastran a una lucha contra una sombra, y cada golpe que damos, no les hace daño, sino que nos cansa a nosotros. Es una lucha que no se puede ganar, porque no hay un enemigo que derribar, solo una neblina que dispersar.
Y nosotros, los menos, los que intentamos huir, nos agotamos. Luchamos con la rabia de la dignidad profanada, con la desesperación de quien ve que su tiempo se le escurre de las manos en una batalla sin sentido. Nos vemos obligados a vivir en un estado de alerta perpetua, esperando la próxima maniobra, el próximo movimiento que nos paralice. Queremos correr, pero nos sentimos anclados a su quietud. Queremos hablar, pero nos ahogamos en su silencio. Y en esa lucha desigual, nos parecemos cada vez más a ellos. La cobardía del Opositor se nos pega, se nos mete bajo la piel, convirtiéndonos en un eco de su propia insistencia
Existe la motivation, esperanza y necesidad de creer en un cambio de actitudes ,cada uno
Tiene misiones diferentes con
una visión nueva de todas las cosas contestando en el idioma que aprendiste a través de la comunicación y volver a vivir el presente como siempre, por un objetivo cuántico en el proceso interno, en que las condiciones y las expectativas por vivir nos permitan compartir el camino.
Fe de erratas: la motivation.Es la motivacion