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NO ES COMO MIRAMOS, ES COMO SENTIMOS

NO ES COMO MIRAMOS, ES COMO SENTIMOS

Por Francis Berti

 

No. No es como miramos, es como sentimos. Y ahí se nos derrumban todas las enormes y las pequeñísimas circunstancias que creímos ver por los colores, por los perfumes, por el olor, por el viaje que hicimos y no volvimos porque volvimos como sentimos. Y nos atrapó tanto el sentir que ni reconocimos a quienes nos acompañaron, todo fluyó por el verdadero fluir de lo lógico sentir.

Ese fluir, que es la lógica del sentir, nos subvirtió la realidad. Lo que antes era un paisaje pintado con los colores del atardecer, ahora era una oleada de nostalgia que nos apretaba el pecho. Un rostro que creímos conocer, un rostro que miramos por años, se volvió un eco de una risa que ya no nos causaba la misma emoción. Había una nueva forma de ver, una nueva forma de estar. El mundo, antes tan sólido y predecible, se había vuelto un lienzo donde el sentimiento pintaba sus propias verdades.

Y es en esa realidad subvertida donde nos damos cuenta de lo que realmente debemos ver. No las formas, no los contornos, sino las huellas emocionales que las cosas nos dejan. Lo que se adhiere a nosotros no es el recuerdo de una conversación, sino el silencio de esa conversación. No es el rostro, sino la emoción que ese rostro nos provocó. La ontología no es lo que somos, sino lo que sentimos ser. Somos la tristeza de la lluvia, la alegría del sol, la confusión de la niebla.

Lo que se nos adhiere es una capa invisible de experiencia. Es la sensación de la arena entre los dedos, que persiste años después de haber caminado por la playa. No la imagen de la arena, sino el sentir de ella. Es el frío de una mano que se fue, un frío que se queda en nuestra palma por siempre. No la cara de la persona, sino el sentimiento de la ausencia. La realidad se adhiere a nosotros no a través de lo que miramos, sino a través de lo que percibimos.

Esta adhesión no es casualidad. Es la mecánica cuántica de nuestra devoción. Nuestras emociones, como partículas subatómicas, se entrelazan con la realidad, creando una versión de la verdad que solo nosotros podemos experimentar. Creemos que somos entes de resolución sencilla, que un problema tiene una solución y que una verdad es una sola. Pero nuestra devoción por la simplicidad es una trampa. Cuanto más simple queremos que sea todo, más complejos se vuelven los sentimientos que se adhieren.

Y ahí caemos en las discusiones perpetuas. Discutimos sobre política, sobre religión, sobre el fútbol, pero en el fondo, estamos discutiendo sobre lo que se nos adhirió. Mi sentir sobre la lluvia no es tu sentir sobre la lluvia. Mi nostalgia por el pasado no es tu nostalgia. La realidad se ha subvertido tanto que ya no podemos ponernos de acuerdo ni siquiera en la verdad más elemental, porque la hemos reemplazado con nuestro propio sentir.

El final no está en una respuesta, ni en un acuerdo. Está en un gesto. La mirada se posa en la persona que tenemos al lado. No miramos su rostro, sino el sentir que nos provoca su presencia. Y en ese instante, en ese simple acto de percibir la emoción en lugar de la forma, la discusión se detiene. Las palabras ya no importan. La realidad subvertida se convierte en la única verdad. Y entendemos que la única resolución posible no es encontrar una respuesta, sino simplemente sentir. En ese silencio, en esa conexión emocional, el universo se hace uno.

 

 

 

1 pensamiento en “NO ES COMO MIRAMOS, ES COMO SENTIMOS”

  1. Transformación, diversificación y cambios es lo que has logrado, es lo que sentimos y no es como miramos.Coincidir en esta vida no es un
    milagro, hay tantas casualidades que tuvieron que pasar, para que eso sucediera. Somos afortunados de este destino por muy malo o bueno que sea. Ten siempre presente que todos formamos parte de esta tempestad llamada vida y que somos hermosas casualidades. Interesante . Saludos.

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