TEATRO EN UN SOLO ACTO (OBRA N° 9)
Por Francis Berti
TITULO:
LO COMUN, LO IMPORTANTE, Y LO DESECHABLE
TEATRO EN UN SOLO ACTO
ESCENARIO: Un escenario muy indeterminado, como unos tres escenarios enfrentados con simples sillas casi idénticas, y tres personajes. Lo Común, Lo Importante y Lo Desechable. Esencial, muy vehementes en sus propias defensas de sus intereses, reconstruyendo sus principios de determinación para hacerse del prestigio de la orfandad de ser el mejor en la lucha teórica y sin final, pero no en buscar ser el mejor sino de ser la mejor posición de una estadio de ubicuidad. Una reconstrucción de una escalera de sus propias entradas sin saber a dónde.
PERSONAJES:
LO COMUN: (su vestimenta se resalta por ser una sucesión de telas de diferentes texturas y colores, sin un patrón definido, como si hubiese robado un trozo de cada época. Su voz es rápida, llena de urgencia y desdén).
LO IMPORTANTE: (su presencia destella lo primordial. Lleva una sola tela, lisa y sin costuras, de un color. Su voz es grave, profunda, con una solemnidad que pretende ser eterna).
LO DESECHABLE: (Tiende a ser nada, pero en esa nada está todo lo que el Común y el Importante desechan, arrojan por sus bordes y van dejando en el hilo de los desechables los rostros que se pintan de acuarelas y viven en los perdidos de lo que El Común y Lo Importante creen que son).
(Al levantarse el telón, Lo Común y Lo Importante están en el centro del escenario, cada uno con una mano en una silla, como si quisieran adueñarse de ella. Lo Desechable está en un rincón, casi imperceptible, mezclado con la penumbra. Lo Común y Lo Importante ni lo miran).
LO COMUN: (Con un gesto de desdén, señala con la cabeza a un lado del escenario). Claro, ese cree que es la base de todo. La estabilidad. La verdad. Lo que no entiende es que la verdad no es estática. La verdad somos nosotros. Nosotros, los que cambiamos con la marea, los que nos adaptamos a cada moda. Yo soy la voz de las masas, la suma de las pequeñas decisiones. Mi prestigio de orfandad es que no necesito de un principio para existir. Yo solo soy. Y soy la mayoría.
LO IMPORTANTE: (Su voz resuena con una solemnidad tan impostada que casi es ridícula). Tu masa es un caos sin sentido. Un ruido de fondo que solo sirve para que mi voz se escuche. La verdadera posición no es la de la masa, sino la de la cúspide. La que da sentido a las cosas. Yo soy el propósito, la finalidad. Sin mí, tu existir es solo un accidente. Y ese, el que se esconde en la penumbra… (Señala sin mirar a Lo Desechable), es la consecuencia de la falta de tu propósito y mi importancia. Es un residuo, una mancha que se desvanece.
LO COMUN: (Ríe con una carcajada seca y arrogante). Un residuo… ¡Claro! Todo lo que no encaja en tu perfección de mierda, ¿verdad? Por eso tú y yo somos los que importamos. Porque nos definimos el uno al otro. Tú eres lo importante porque yo soy lo que no lo es. Y yo soy lo común porque tú te crees tan único.
LO IMPORTANTE: (Con un escalofrío en la voz, responde con una convicción que raya en la locura). Mi unicidad es el resultado de mi existencia. Y tú, Común, no eres más que el espejo que me muestra lo que no debo ser. Pero al menos existes. Ese… (Vuelve a señalar sin mirar a Lo Desechable), es la nada. El borrador de lo que un día fue importante y común.
(Lo Desechable, en su rincón, se mueve. No habla. Pero en el escenario, una de las sillas idénticas comienza a vibrar, como si tuviera un pulso propio. Ni Lo Común ni Lo Importante lo notan).
LO COMUN: (Da un paso al frente, con una indignación teatral). Tu importancia es una jaula dorada. Te has encerrado en tus principios y tu solemnidad, creyendo que eso te hace inmutable. Pero estás solo. Las sillas vacías que nos rodean son la prueba. La gente no te sigue. Te ignora. Porque tu “propósito” no les alimenta. Yo, en cambio, soy la necesidad diaria. Soy el pan, el agua, el chisme. Soy lo que los mueve.
LO IMPORTANTE: (Con un brillo maníaco en los ojos, se ríe con desprecio). ¡Ingenuo! ¿Crees que el pan es lo que te da vida? ¡Yo soy la razón por la que el pan existe! Yo soy la idea, el concepto, la determinación que dio forma a la materia. Tu existencia es mi resultado. Y tu desesperación por ser relevante, por llenarte de chismes, no es más que la prueba de tu vacuidad. Yo no necesito público, porque yo soy el público, el teatro y la obra.
(Ambos se acercan, sus voces se vuelven un susurro cargado de veneno, un eco de sus propias inseguridades).
LO COMUN: Yo soy la mejor posición.
LO IMPORTANTE: Yo soy la mejor posición.
(La vibración de la silla en el rincón se intensifica. Lo Desechable, con un movimiento lento y casi imperceptible, comienza a arrastrarla hacia el centro del escenario, un centímetro a la vez. Lo Común y Lo Importante, enfrascados en su lucha, no lo nota
(Ambos se acercan, sus voces se vuelven un susurro cargado de veneno, un eco de sus propias inseguridades).
Mientras Lo Común y Lo Importante continúan con su fútil discusión, Lo Desechable se ha movido silenciosamente hasta el centro del escenario, frente a la silla que ahora brilla con una luz tenue. La luz no es de un reflector, sino que parece emanar de la silla misma. Lo Desechable, que hasta ahora era una sombra, se hace visible. No tiene un rostro definido, sino que en su lugar se ven destellos de lo que parecen ser los “rostros pintados con acuarelas” de su descripción. Rostros borrosos y difuminados que, sin embargo, expresan una infinita tristeza y resignación).
(Lo Común y Lo Importante se miran, desconcertados. Su arrogancia se ha desvanecido en el aire).
LO DESECHABLE: La mejor posición no es un lugar. Es una perspectiva. Y la única perspectiva que vale, es la de la orfandad de su desprecio.
LOS DESECHABLE: Ustedes han creído que su batalla era por el prestigio. Por la posición. Por ser la voz. Pero su guerra es por el olvido. Se han olvidado de todo lo que han desechado para poder existir. Se han olvidado de las personas que no entran en sus moldes. Se han olvidado de las historias que no tienen principio ni final. Yo soy el índice de mayor consecuencia. Yo soy el lugar a donde van todas las cosas que ustedes desprecian. Soy el basurero de sus vidas.
(Lo Común y Lo Importante se miran, desconcertados. Su arrogancia se ha desvanecido en el aire).
LO DESECHABLE: La mejor posición no es un lugar. Es una perspectiva. Y la única perspectiva que vale, es la de la orfandad de su desprecio.
(Lo Desechable se levanta de la silla y, con un gesto, invita a Lo Común y Lo Importante a sentarse. Ellos, en su humillación y confusión, lo hacen. Lo Común se sienta con un suspiro de derrota. Lo Importante, con la cabeza gacha, se derrumba en la silla. Ambos se ven pequeños, insignificantes. La luz de la silla no es tan brillante como antes, pero ahora es reconfortante).
(De repente, una luz tenue comienza a salir del interior de las sillas de Lo Común y Lo Importante. No es una luz cegadora, sino un brillo suave, casi imperceptible. La luz no viene de una bombilla, sino que parece ser la suma de los “rostros de acuarelas” de Lo Desechable que ahora están en todas partes).
LO DESECHABLE: Y la batalla final no es por el prestigio, sino por la aceptación. La aceptación de que el valor no está en lo que ustedes creen ser, sino en todo lo que han despreciado. Porque la suma de lo desechable, de lo que no encaja, de lo que se queda en el margen, es la única cosa que tiene sentido.
(Lo Desechable se desvanece lentamente en la penumbra. Lo Común y Lo Importante permanecen sentados, la luz tenue de sus sillas iluminando sus rostros. No se miran entre ellos, sino que sus miradas se pierden en el vacío. El telón comienza a bajar lentamente, revelando un escenario vacío con las tres sillas, brillando en la oscuridad. El
Ya la obra No. 9, Me encantó el teatro en un
solo acto. La interacción de los personajes: Lo
Común,Lo Importante y Lo Desechable. El sentimiento de superioridad entre lo
común y lo importante,provoca un trato distante que carece de humildad,la prepotencia que hay entre ellos,les hace creer que el poder que tiene su función de uno con respecto al otro es superior, negándose a ubicarse en la realidad, en lo que cada uno representa. La intervención oportuna de lo Desechable, con su idea firme, que pone de manifiesto su obstinación ante su prepotencia y arrogancia, que no reporta ningún beneficio en esa conexión emocional,De tomar en cuenta la reflexion contenida en tu obra. Saludos FRANCiS,