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¿NO RECUERDAS NADA? ES LA ESTRUCTURA DE TU PRESENTE

¿NO RECUERDAS NADA?  ES LA ESTRUCTURA DE TU PRESENTE

Por Francis Berti

— ¿No recuerdas nada? No, no puedo recordar. Haber, comencemos por el principio. -Es que no tengo un principio, quisiera tenerlo, pero no lo encuentro. -Bueno, pero no se puede esfumar así porque sí. -Trato de recordar algo, una imagen, una voz, una palabra, pero nada me viene a la cabeza. -¿Será quizás que no tienes nada? -No, sé que hubo algo, algo fuera de lo común, pero no sé qué fue…algo.

—Ese “algo” que buscas… ¿Lo sientes aquí? (Ella se toca el pecho, justo donde late el corazón). ¿Una presión? ¿Un vacío que te duele? Si no puedes ponerle palabras, ponle sensación.

—No me duele. Me confunde. Es como si el pasado fuera una habitación oscura. Sé que entré, sé que hice cosas en ella, pero al darme la vuelta, la puerta se cerró y no recuerdo la forma de la cerradura. Intento tocar las paredes. Siento texturas. Sé que hubo música ahí. Una melodía. Pero no puedo tararearla.

— ¿Y qué te prometió? Dime la promesa. Quizás la respuesta no está en el evento, sino en la consecuencia. ¿Qué te dejó ese algo?

—Me dejó la certeza de que yo no soy la respuesta. Me dejó este andar sin brújula, buscando una verdad que no quiere ser encontrada. Me dejó esta pregunta que me haces, y mi incapacidad para entregarte la única cosa que necesitas. Me dejó… (Él se detiene, la mira, la frustración le quiebra la voz). Me dejó el hueco que tú quieres llenar, y que yo no sé cómo se hizo.

—Pero la melodía… Piensa en la melodía. Las promesas no se van, se disfrazan. ¿Qué tipo de obligación sientes que tienes? ¿Con quién?

—Siento una deuda. Una deuda enorme con un futuro que nunca llegó. Como si mi vida real estuviera pendiente de un hilo, esperando a que yo cumpla un trato que olvidé firmar. Es la certeza de que debía ser otro hombre, uno que sí sabía qué responderte ahora. Uno que no estaría sentado aquí, mirándote con este vacío.

—Ese hombre que prometiste ser… ¿Ese es el algo?

—No. (Él niega con la cabeza, despacio). La promesa no era ser, la promesa era hacer. Hacer algo tan grande que justificara todo este silencio. Algo que borrara la necesidad de tener un principio. Pero al no recordarlo, me volví inútil. Un hombre que solo tiene el peso de una promesa rota, pero no el recuerdo de su forma. ¿Y cómo se repara algo que no se recuerda haber roto? Esa es la única respuesta que puedo darte.

 (Ella suelta su mano. La mira a través del velo de una lágrima contenida. La aceptación es más suave que la desesperación).

ELLA: No es la rotura lo que importa. Es el peso. El peso de algo que no se recuerda es siempre mayor que el de lo evidente. Porque lo que se olvida, se convierte en destino. La promesa que no recuerdas no es solo tu error, es la estructura misma de tu presente. Eres un hombre cuyo único pasado es una obligación futura.

ÉL: (Susurra, la comprensión lo inmoviliza). ¿Una obligación futura?

ELLA: Sí. Es la única forma de que ese “algo” sea real. El recuerdo de esa promesa no se perdió; se transformó. Se convirtió en la condición de tu existencia: la búsqueda incesante de aquello que sientes que debes. Estás destinado a caminar sin principio para que, en cada paso, puedas estar, involuntariamente, a punto de cumplirla. No busques el origen. Acepta el peso. Tu verdad no es la memoria, sino la carga que ella dejó. Y esa carga… (Ella sonríe con una tristeza profunda). Esa carga eres tú.

(El silencio regresa. Ya no es de frustración, sino de entendimiento. La respuesta no es una palabra, sino una resignación compartida.)

 

 

 

 

2 pensamientos en “¿NO RECUERDAS NADA? ES LA ESTRUCTURA DE TU PRESENTE”

  1. Cuál sería una respuesta a la altura de este relato diálogo … explicar que si es así .. que es imposible dejar de caminar con la existencia de ese otro pero que no se siente pesado , todo lo contrario se siente un andar aliviando por saber que está …

  2. El punto de donde se parte, un elemento que entra en la composición de una situación,que configura el resultado de una situación, dominada por las emociones, que le impide imponerse sobre su propia debilidad,buscando una verdad que no puede ser encontrada , que te recuerde que sigues siendo parte del mundo, y descubres que el amor a veces viene en formas que no esperamos.se presenta sin dudas, sin palabras , te libera del miedo y dirige tu energía con precisión Indicando el cese de un proceso , permitiendo que el entendimiento encuentre la respuesta, no en una palabra, sino en la resignación compartida. Gracias FRANCiS, análisis muy reflexivo.

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