ABANDONAR LA ALEGRIA

ABANDONAR LA ALEGRÍA

Por Francis Berti

Si, ya se estarán preguntando hacia dónde va este imbécil. ¿Abandonar la alegría? Y si. Tratando de comprender una frase de un actor francés del siglo pasado Pierre Clémenti “Debes estar preparado para abandonar cualquier cosa, con alegría”. Por ello el titulo de este relato. Lo más doloroso es abandonar la alegría, ¿Pero cuál alegría?  ¿Todas? Si, todas las que tu razón inmensa pueda realizarlas. Muy pocos pueden hacerlo y es en definitiva lo más sencillo, tener la capacidad de ver, sentir, percibir todo aquello por insignificante que parezca produzca alegría en los detalles en el otro. La alegría esta para dar, no para esperar recibirla en el egoísmo superfluo de satisfacerse. Porque sencillamente esta en ti, la alegría que abandonas es la tristeza que evitas.

Si, ya se estarán preguntando hacia dónde va este imbécil. ¿Abandonar la alegría? Y si. Tratando de comprender una frase como de un actor francés del siglo pasado que dijo: “Debes estar preparado para abandonar cualquier cosa, con alegría. Por ello el titulo de este relato. Lo más doloroso es abandonar la alegría, ¿Pero cuál alegría? ¿Todas? Si, todas las que tu razón inmensa pueda realizarlas. Muy pocos pueden hacerlo y es en definitiva lo más sencillo, tener la capacidad de ver, sentir, percibir todo aquello por insignificante que parezca produzca alegría en los detalles en el otro. La alegría esta para dar, no para esperar recibirla en el egoísmo superfluo de satisfacerse. Porque sencillamente esta en ti, la alegría que abandonas es la tristeza que evitas.

Deja como ejemplo mi diario a diario. Mírenme la fábula del juego de palabras: No hace falta que te pregunten, ni siquiera asumimos que es una obligación, porque si bien en algunos  es tan poco fácil comunicarse, en otros niveles es casi imposible y en otros, aún más difícil. No es necesario dar cuenta de todo, si la persona, a diferencia de alguna de las del pasado, no te lo pregunta ni escucha, abandónale a su lado igualmente alegrías. Fíjate en eso porque más allá de todo ese argumento no es un cuaderno de quejas o deseos irónicos.

Una dicotomía en el lecho es el presente: No es fácil ser lo que uno mismo siempre estaba pensando. La imposibilidad y las sensaciones que uno tienen, haciendo frente a lo que uno quiere o que no quiere. Aún hoy, cuando uno sabe que sólo necesita detenerse para lo que realmente quiere. Para el resto, sólo intentar atraer lo que las emociones producen en la mente.

Se quiere vivir de eso y nadie dice, estás loco o te equivoco. Hablamos de la alegría, que no es ajena a los sentimientos. A alguien que busca, obtendría, de todas las alegrías que compre, (que nos las verdaderas) Una alegría generosa de lo que necesita es imposible de obtener siempre, y es imposible de perder. Pero a alguien que puede y con los sentimientos que considere importantes puede proporcionar. Y ello que es realmente imposible se te presenta y se te hace real.

Es suficiente es el comienzo de la gran tristeza que evitaste, y la dejaras pasar es formas de vida: la inmensa de un futuro y poder relajar tus sensaciones sólo en el momento que deseabas o necesitabas. El poder sobrevivir a las señales, que terminan de poner sentimientos más inmediatos de lo que te pasa cada día. Solo es lo que pasa en nuestro momento. No olvides que estos sentimientos se hacen sentirse de lo más largo de tiempo. Y como esos sentimientos y sensaciones están en genuino. Puedo, en mi caso, abandonar alegrías. (Y también puedo ser un imbécil). Pero prefiero no dejar de abandonar alegrías.