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CADA ESPACIO EMPUJA CADA PALABRA

CADA ESPACIO EMPUJA CADA PALABRA

Por Francis Berti

Voy apelotonando en mi cabeza todas las palabras que deseo decir, antes de liberarlas en mi sangre y dejarlas correr por todo el cuerpo. Las manos toman su tiempo de ejercicios como jugadores expertos de de cualquier caricia sobre cualquier superficie donde deben ir y tejer en el sentido más amplio de tejer, o quizá algo mucho mejor, que alguien las llame. Y alli amontonadas en mi cabeza las palabras empiezan a mezclarse, se corren, se unen, se miran como esperando que las vaya a buscar.

Voy apelotonando en mi cabeza todas las palabras que deseo decir, antes de liberarlas en mi sangre y dejarlas correr por todo el cuerpo. Las manos toman su tiempo de ejercicios como jugadores expertos de de cualquier caricia sobre cualquier superficie donde deben ir y tejer en el sentido más amplio de tejer, o quizá algo mucho mejor, que alguien las llame. Y alli amontonadas en mi cabeza las palabras empiezan a mezclarse, se corren, se unen, se miran como esperando que las vaya a buscar.

 

Yo pienso en ellas y en ellas me las encanto y amo. Yo pienso en ellas y me encantan las que deben verse a su paso, en sus límites y en su celos; yo pienso en ellas y soy conciencia, encantado y encomienda. Y me encantan los que no son, los de tierra. Y me encantan las que deben volver. Y me encantan las que son, las de verdad. Yo quiero contar nada y todo con ellas, ni con ningún estar fuera de sí.

 

Por eso, no olvidarles, jamás debían ni lo han hecho yo. Amantes en mi porque son mi dulzura, yo amo a ellas, lo hago porque somos iguales y siento no sólo el placer de serlo sino la pasión en cada espacio que empuja cada palabra, que dé cada alma un poco de esencia suficiente, como en los números de una palabra que se da por falta de pintura, ya que parece muy difícil y no le dice la verdad a la palabra.

 

Es por eso que viví el día con ellas. Cuando se bajó una con un camión asegurándome que ya estaban saliendo las bodas de silencio”. Era el diario inicial: parecían estar todas de alguna manera. ¡Salimos! No hay más jalones que ellas en la isla, y nada tiene más “verdad” que ellas. Es la familia lejana, la vieja escuela, la gente de ahí, los personajes de su barrio, la romería, los talleres hilanderas… Alli se detuvo y comencé a dejarlas transmutarse, metamorfosis de la lengua que luego se escapara en sonidos audibles silenciosamente tiernos de pura inmensidad, en sonidos que están conmigo y no se necesitan más.

 

Y cuando la cama se ocupó de ellas empezaron a mover en su cabeza como si debía dejar una de ellas una y otra vez, hasta que sus cuartos se llenaron, arribaron hasta la orilla del mar interior, se ubicaron en él y esperaron hasta que se subieran de nuevo como unas frases tal y como las mía dudaran por ponerse desnudas, pera ya lo estaban, desde el principio.

 

De verdad me escucharon. Solo. No me miraron. Me escuchaban la voz que con sus pinceles daba la voz de ellas, la voz que al regreso apareció en una parte de cada palabra, las sonoras de las palabras. Lejos de la palabra y del nombre que le daban la ética de cristal y de audiencia estuvieron, quizás, a la vez, luego de unos alli a los relatos, en los cuales las miraban desde cualquier ángulo, como si me iban a decir bodas de silencio yo estoy.

 

Que dijo el diario de esas horas, no sabemos si era un texto real o una ficción. Poco importa. Ya está. Las libere. Cada espacio empujando cada palabra y puedes beberlas.

1 pensamiento en “CADA ESPACIO EMPUJA CADA PALABRA”

  1. Cada espacio empuja cada palabra.Las palabras se acumulan, se aglomeran en nuestro pensamiento, formando un
    Crucigrama, una sopa de letras, se empujan unas a otras por querer salir todas al mismo tiempo este aglutinamiento de palabras, al expresarse, son controlados por las manos, que toman su tiempo como jugadores expertos, dejándolas impresas sobre cualquier superficie, tejiéndolas, entretejiendo las, dejando que cada espacio las empuje y se van acomodando como
    Una interpretación musical de ideas, que van manifestando y escribiendo mis emociones y experiencias y los aconteceres diarios, quedando impresas en las publicaciones. Amo esta forma de expresión, cuando cada espacio empuja las palabras y las va acomodando, como impresora que está integrando un libro.

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