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CUANDO COLAPSA EL OCIO

CUANDO COLAPSA EL OCIO

Por Francis Berti

Estoy el cincuenta por ciento del día en la cama, Despejar. Poder estar atento a las decisiones que pasan y no logra mi mano atraparlas, trato de con mi cigarro atraiga con la luz la noches de intermitencia en saltos que se detenga. Todavía no lo logro. Mi cuerpo me lo pide. El otro cincuenta por ciento de actividad mental no lo puedo detener. Estoy el cincuenta por ciento del día en la cama, Despejar. Poder estar atento a las decisiones que pasan y no logra mi mano atraparlas, trato de con mi cigarro atraiga con la luz la noches de intermitencia en saltos que se detenga.

Todavía no lo logro. Mi cuerpo me lo pide. El otro cincuenta por ciento de actividad mental no lo puedo detener. No sé, lo sé. Ya no puedo desampararme por la calle o otro tipo de gimnasios. Con una entrevista me molesta cuando el turco o el japonés (porque yo soy de los dos) le hacen el tipo de estrellas a lo que se está yendo. Les tomo el placer de no entrar en esa fila. Evidentemente soy un poco intolerante al hecho de que las personas se metan en ese tipo de conversaciones internas o que ya están estudiando un título sin aprender alguno.

 

Por ello me gusta lo que digo, me disfruto la sensación de ser egoísta. Así empecé a hacer como mi experimento. Desde que empecé a entrevistarme en los bulevares de mi mente buscando que mi ocio no colapse y creativamente me acompañe. Sé que es algo complejo, pero quiero ir. No olvido que un día antes de hacer este viaje, a la vez hice esto y leí una página en que decía que el cambio más grande de vida se da en el verano y el amor más grande de vida es a la edad que has vivido. Fue la frase de una periodista y obviamente recuerdola con gran empatía: “El amor más grande de vida es a la edad que has vivido”.

 

 Eso es lo que quiero hacer. Caminar por esos puntos, con un regreso al círculo de los temas más significativos de mi vida. Es una por mi aventura. Tengo por eso que me gusta paliar un poco el cansancio porque es algo con lo que me siento más confortable. Hoy bebo en general, no más de uno por la ganas de humedecerme la boca, mis pies que busquen el lugar, ellos saben. Cada vez me invita más a los espacios limpios, se hace más la que ahora me prepara el tiempo ideal para empezar un nuevo viaje. El lugar común no es necesario. Si hay algo que siento por mi no son las grandes filas. Pero sí el medio de algun ambiente. También tiene que ser relajado, no hacer que otra persona lo cambie ni tampoco ver otras cosas que no me interesan.

Uno de mis consejos es el de no atajar las cosas por la seguridad de que la estampilla esté intacta y pueda seguir adelante, salvo algunos excesos que cuando uno hace hay que seguirlo con rigor. Cuando no me gusta eso, ya sea por las circunstancias o simplemente no encajar, me hago el viaje y uno se va a sacar de esto más fuerte. Una gran ventaja que tiene. Estoy esperando.

No quiero enriquecerme, quiero empezar desde ahora una serie de proyectos sobre los que ya tengo. Solo quiero un viaje y luego crecer. Siento que el mundo me ve ahora aunque tiene una tontería. Y es tan brillante como antes, pero aquí no hay guerra. Me pongo. Y como quiero. El problema es, después de años lucha, después de tantos terremotos, hay que aceptarlo y abrirse paso. Escribiendo en primera persona. ¿Qué es lo que no me gusta y me pasa? Quiero que me dé la mano, tengo esa sensación que es simplemente como que necesito una mano. La gente que todo el tiempo me dan papeletas, me aceptan pero solo dicen  palabras sueltas, tan sueltas que tengo que estar muy de frente para vengar mi malestar. Y cómo eso me ayuda… También quiero seguir haciendo algo. Intento que ya deje de colapsar el ocio y me encuentre desnudo. Y no quiero hacer lo que no me gusta.

 

 Esa gente sabe y siente, un hombre con sonrisas va o está. Otros agarran el pasamano de los comunes, mientras atrás se vive un ciclo constante en el que se vuelve solo. Eso es lo que me gusta. El aprendizaje es eso de aceptar que, por otro lado, los horarios más variados y todos los horarios van cambiando de manera violenta la sensación que el cigarro en mis labios salivosos y mis ya húmedos el ocio creativo no duda en presentarse. Su mano me eleva. Y bebimos.

1 pensamiento en “CUANDO COLAPSA EL OCIO”

  1. El ocio que involuntariamente se presenta y altera el ritmo de tu vida y de tu trabajo, provocando la omisión de las actividades, se transforma en un factor estimulante, produce una reacción de conversión, te permite valorar tu ambiente y decidir cómo vivir tu propia vida, regresar al círculo más significativo de la misma,buscar tu espacio, aprender a aceptar los cambios, se convierte en un ocio creativo que se espera y se disfruta.Gran frase de la periodista:,El amor más grande de vida, es a la edad que has vivido.A veces tenemos que permitir que nuestras actividades tan intensas tengan una pausa,decrecer o disminuir y esperar que el ocio creativo se presente.

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