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CUANDO EL SILENCIO AUMENTA EL SONIDO CAMBIA

CUANDO EL SILENCIO AUMENTA EL SONIDO CAMBIA

Por Francis Berti

Existe un rango, una escala en el silencio que en muchas oportunidades produce estados racionalmente inalterables. Millones de nano escobillones que comienzan, siempre que los autorices a barrer la herrumbre pegoteada que en nuestro interior se ha adherido, muchas veces con nuestra complacencia invisible que nunca nos percatamos y otras, la mayoría, por realidades inevitables.

 

Alli entra el silencio que debemos iniciar y además del sonido que comienza a en espectros desconocidos todo el alrededor de interpretación de la razón se expande en fluctuaciones y resoluciones que siempre fueron una regla y ahora nos abre a experiencias que siempre nos inconformaron y ya no. Caminando desde el barro, el silencio y el deseo hacen que se viene una sensación de seguridad que conduce a la interpretación de escenas de levantarse y armarse, a otras donde el infinito de gran apertura hacia donde los ojos se profundicen al punto de asomarse, sobrecargando de sensaciones de inmovilidad, que habíamos creído, y ahora que creemos, que aquello tenía que ver con el eterno cerco del torbellino del templo o el itinerario del día de la mirada intencionada.

 

Aprender a escuchar nuestro silencio mientras nos encomendamos a nuestras rutas de la vida. Es así que en esta clase que no es un cuento, sin citar a Tolstoi o a Dostoievski, debemos, ahora, recuperar el silencio y el enfrentamiento con nuestro silencio, el que no es en sí y lo que con sus cuerpos habíamos planificado para enfrentarnos, comienza el sonido jamás escuchado con la visión de una nueva formaciones de estructuras que los nano escobillones continúan su bellísimo de trabajo de transformación sin dejar de ser lo que somos.

 

Pero tal como adosémoslo en vez de ignorarlo me ha tocado explorar el silencio por vez, olvidarme de la violenta debilidad en este sentido y todas las interpelaciones acerca de aquella sonrisa que no tiene razón, inclino la frente y empiezo a procesar. Nuestra memoria viene a la cabeza en varios momentos para que confluyan algunas emociones, sin la desilusión, el ansia de transformación de los de donde empiezo, una mirada con el pensamiento experimentado y una capacidad intelectual a mediano y largo plazo al ritmo que aceleramos los cambios con el cual nos impulsa.

 

Así, encuentro una red de detalles que no han sido olvidados y hay que seguirlo, con la luz de una nueva forma de la voz. Continúa vigente nuestra suposición que no se me escapa nada de lo primero, más bien, la reiteración es la circunstancias que han mejorado nuestra posición e identidad a la vista de los otros que no lo sabían. Seguimos viniendo a la esencia silenciosa que es el sentido, algo que está presente en el nacimiento que se quiere, de ser que tiene nada que ver con lo que se hace.

 

La emoción hace su silencio aceptan que viven de eso, no de esa gente que por años hizo tanto y hoy quieren soportar las transformaciones. Pero hay algo más que la cuestión de eso, ya que la generación de estos cuentos dejo por vía del ritmo a los sólidos del silencio, sonidos que jamás he escuchado. Las verdaderas voces que liberaron los nanos escobillones que debo agradecerles haberlos dejado entrar en mí.

 

 

1 pensamiento en “CUANDO EL SILENCIO AUMENTA EL SONIDO CAMBIA”

  1. A través de la razón aprendimos a ir en busca en de la verdad presentada por diferentes filósofos . Nos toca interactuar con el silencio, en el cual existe un rango que produce un conjunto de vibraciones que estimula
    el oído, a través de melodías almacenadas en nuestro interior, para no perder esta integración de continuidad a través de nuevas formaciones de estructuras que los nano escobillones continúan en su bellísimo trabajo de transformación, sin dejar de ser lo que somos.La experiencia nos conecta y nos conduce a esa transformación interna, en donde se manifiesta el sonido de nuestro silencio.
    Las fluctuaciones y resoluciones que siempre fueron una regla, ahora mismo abre experiencias que siempre nos incorfoaron y ahora ya no. Muy reflexiva tu publicación e interesante. Gracias Francis.Saludos.

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