Dialogo
Insistió tanto, que no pudiste decirle que no, siempre amables los espejos. -Amables e insistidores. -Siempre otorgando los deseos ajenos, asi son nuestros espejos insistidores. -Son especialistas en reflejar lo que hay que reflejar y no más, ni menos. Muchas veces deseamos quedarnos solo con ellos. Cuanto más fácil sería todo. -¿Cuantos reflejos deseamos que se visibilicen junto a nosotros, en la soledad con ellos? -Los espejos nos revelan, nos delatan, a veces no nos reconocemos en ellos pero siempre somos. Deberíamos poder salir de la mano de un espejo. Serían algo así como nuestros subtitulo en imagen. -Wow, subtitulados por un espejo. Me fascina eso. Leyéndonos en la voz de ellos.
-Es de valientes poder hacerlo, nos desnudan los espejos.-Me imagino ese momento…Nos desnudan aunque estemos desnudos.-Aun desnudos, si. Y algunos quizás estemos siempre de la mano con un espejo.-Que viaje profundo contigo.-Es cierto. Y a cualquier hora. Me gusta. Me voy a levantar a desayunar. O mejor en la cama, es sábado.-Ves, que escribimos juntos, sin siquiera proponerlo.-Si, lo sé.- Café negro…continuara. -Obvio. Continuará.-Mi sensación en nuestras conversaciones, es el universo expandiéndose….-Es así… hace mucho no me pasaba…-El bello abrazo de tu espejo. –El mismo. Las imágenes mentales que uno cierra impecable, con la despedida que continuará. Siempre como los reflejos y las reflexiones.
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Reflejos /Reflexión
Dos palabras del orden de las imágenes y de las almas.
Universos que se expanden, en un espiral.
Para lo que hay que guardar, ni para lo que nos hace imprescindibles. Se trata de ciertas emociones, de ciertas ignorancias del contexto. El tercer actor es el espejo, antiguamente su integridad.
Del quiebre de ese contexto con la caída y el pánico de unos cuantos. El cuarto actor es el sonido, y sobre el sonido hace lo que más necesitan los espejos amables y el sudor. La mirada. El conocimiento. Y la acción. Ambas son parte del espectro de la experiencia amigable. El sentimiento de pertenencia es el conocimiento más notorio, el que los espejos son amigos de la vida.
El sentimiento de pertenencia no implica una voluntad absoluta, sino una predisposición, un fuerte impulso a que los espejos estén de pie, de frente y de derecha a izquierda y de arriba a abajo. En la acción, en el conocimiento y en la acción, queremos insistir por la diferencia. No hay condicionamientos. Asi nos vemos. Es aquí donde está cada persona, cada mujer, cada hombre o ambos unidos. Vamos a su casa, a su casa porque todo lo que pasa en su casa, todo lo que tiene que ver con su espacio, nos ocupa su reflejo.