DIALOGO NOBLE EN MESA NOBLE Y CAFE

DIALOGO NOBLE EN MESA NOBLE Y CAFÉ.

Por Francis Berti

Me encanta esa frase, es el inicio inesperado, me fascina… ¿me darías una frase más en ese sentido? Surgen espontáneamente. Si se asoma algo te paso. Si surgen así…como este asterisco convertido en asteroide que si se asoma algo… Si… es el libertinaje de mi inconsciente… a veces me hace quedar bien. Entonces, que continúe el libertinaje de tu inconsciente… Te envié una carta, cuando puedas y tengas tiempo. Revisa tu buzón de los acontecimientos. Buen día, gracias por dejarme usar tu nombre, creo que  se lo merece. ¿Quieres ser la imagen? a mi me encantaría.

 Una por acá, si así quisieras. Sino buscare algunas que todavía no use. Como abrazo de araña. Te cambio de tema. La de la puerta la tengo, la otra no. El tiempo te lo dirá. De esas piedras, ¿Por cuál te inclinarías? Me gusta verte inclinada son tus brazos sobre la mesa del café. ¿No trajeron el café? Las manos todavía han sido hasta este punto de llegar a comer. Entre encantos e insultos. Algunos me han llamado arrojada. Algunos me han criticado. Otros me han creído. La solución a todo esto es el tiempo, ese algo que no alcanza en cuanto a haberles hecho.

 Después, día del cenizaje, entonces, si estoy bien, ¿por qué no desparezco de ese lugar donde sigo inclinada en la mesa mirando fijo? Porque desde siempre, vamos a enfrentar la culpa, de la mentira, de la falta de dignidad, de la manipulación. Lo que tengo, es. El tiempo, la mejor salida, por eso, me atreveré, mientras tengo ese tiempo, a jugar con el tiempo, a dejarse usar, en todas sus circunstancias. Déjame entrar. ¿Por qué me estás tratando? Es imposible. Y tú crees también que no hay diferencias entre gente y gordura. De todos modos, ese tiempo que a lo mejor tiene un premio y un castigo, a lo mejor da cobertura y se dispone. Hasta llegar a bordo de una embarcación. Estaba llegando por la maleta.

 Una herida de destrucción. ¿O sea, que sí te atreves a haberme negado la posibilidad de que algo más pase? Sí, me atrevo a decir que sí. Después, uno de esos que nunca se ríe, se despierta y siempre se le escapa a eso que nunca se sabe, a lo que nunca se sabía. Que no es un día. A eso, a eso te entrego, desde hace tanto tiempo. ¿Qué he dicho? Lo que he dicho, lo que he hecho, lo que siento, lo que creo. Al menos, algunas palabras más. Tal vez aún me regalé otra, algunos otros, otras otras.

 Cada tanto y cada hora eso me da fuerzas. A veces, con la privacidad de las cosas, han de existir los avatares en toda la vida. No tiene que ser la maleta. Son la piedra; sin la piedra no hay mundo. ¡Atención! La podemos sacar. Si algo no terminó, podríamos sacarlo.

El día del cenizaje, sonando la voz ¿Por qué me mantiene motivada esta historia? Y ¿Qué importancia tiene? Pues… por el hecho de que fue en sí misma “La Historia”. Llegó el café…y no trajimos relojes.