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DISOLVERSE A 37.1° CENTIGRADOS

DISOLVERSE A 37.1° CENTÍGRADOS

Por Francis Berti

 La gravedad de este mundo es muy densa y ya pesa demasiado. He llenado mi tina de baño al desborde de los acontecimientos. Camine desnudo por las habitaciones aun más desnudas, revueltas, desalineadas como mi propia humanidad. Observo la bruma acida de los tiempos. Entre con delicadeza, tan solo para que mi cigarro no se apagara y mi pequeño vaso de whisky no resbalara de mis pensamientos. Dentro de la tina ya no peso, nada en mi pesa y los 37.1° centígrados fue el abrazo que estaba esperando para escribir.

 

El silencio hundió mi rostro mientras con los ojos abiertos vi la mugre desprenderse de mi piel. Todo se desprendió lentamente pero definitivamente. La gravedad de este mundo es muy densa y ya pesa demasiado. He llenado mi tina de baño al desborde de los acontecimientos. Camine desnudo por las habitaciones aun más desnudas, revueltas, desalineadas que mi propia humanidad.  Que observa la bruma acida de los tiempos. Entre con delicadeza, tan solo para que mi cigarro no se apagara y mi pequeño vaso de whisky no resbalara de mis pensamientos. Dentro de la tina ya no peso, nada en mi pesa y los 37.1° centígrados fue el abrazo que estaba esperando para escribir.

 

El silencio hundió mi rostro mientras con los ojos abiertos vi la mugre desprenderse de mi piel. Todo se desprendió lentamente, pero definitivamente. Allí tengo que comenzar a relajarme. Y aunque no estoy enfermo, solo apetecía descansar. Comenzar un bote con el refugio que ya he tenido. Bueno, no estaba seguro. La gran irritación de la inconsciencia nos complica. En mi cabeza me tomaron algo en el regreso y de repente me plantaron unos momentos y el único que no me carga es el incesante collar autoimpuesto. Llega. Así que no me importa si no llegan pantalones, ni cinturones ni los guantes. Me han escondido un año y medio, distraídos por el oído más forzoso de nuestro sistema eólico. O tal vez también por el oído más fuerte, el elástico que se auto-revuelve y me pide que detenga la recepción.

 

Me he arrojado de un tirón sumergido en mi tina. En un antídoto duro para el cuerpo que lo ha visto, aunque no les he puesto en peligro. Me trataron a cara de cera con diversos objetos y mis semblantes e imaginar mis necesidades. Mi vocabulario con ellos es, de un modo u otro, clásico. Se trata de higiene mental y de energía. Las ramificaciones son constantes. No le han interferido con ninguna parte. No le han prendido, no han quemado, ni les han incendiado. Y aunque dejaré de responder a todo aquello que me resulte repetitivo.

Se ha ido al fuego y ni siquiera me han al filtrado mi cuerpo. Si en mi tiempo la penumbra me ha cerrado, ellos han tratado de afianzarla. Una vez visto esta línea, el dolor que ya estaba en mis brazos se ha llevado el mínimo respeto. Se ha cruzado aunque no sabemos con qué debemos responder, pero de un modo u otro. Así que gracias a todos, sin ninguna forma de amar. No me gusta hablar de ayudar, aunque tengo entre mis manos el ánimo de ocio creativo. Apenas llegué a la cabeza y me tome el resto de mi whisky.

 

Dos entre los que sabían y los que yo era incapaz. Dicen que me faltaba capacidad para resolver situaciones. Sé que creo eso, pero hace unos años me faltaba comunicarme, salir de un sitio donde había encontrado un estigma que no era correcto. Todo, sin importar cómo se percibiera. ¿Qué lugar hacía pisar estos pasos, sin sentido? ¿De qué manera pretendían estar a mi lado y me interesaban? Lamentablemente no llegaba la respuesta, me asombraba el asombro de respeto.

Hace 3 horas 7 minutos 1 segundo que he permanecido abrazado por los 37.1° C. No pediré más. Encenderé un cigarro y saldré desnudo a caminar por las habitaciones mas desnudas aun.

 

 

1 pensamiento en “DISOLVERSE A 37.1° CENTIGRADOS”

  1. Nada mejor que un baño de tina liberador y relajante acompañado del vaso de wisky y cigarro francés, Ver en silencio como ese Preciado liquido desprende la mugre que se fue adhiriendo y acártonando el cuerpo como una armadura acorazada, aprisionando las emociones negativas transformadas en stress.La gran irritación de la inconsistencia nos complica el interactuar y solo observamos la bruma ácida.Acontecimientos que acumularon un peso excesivo que desbordo el agua de la tina.El efecto del baño fue una higiene mental y energía, el relajamiento y el descanso, sin estar enfermo, es un signo de recuperación sin convalecencia, demostrando interés en los demás, iniciativa y confianza.

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