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EL DIVORCIO POLITICO

EL DIVORCIO POLITIK CONTINUO HA INSTRUIDO DE MANERA SALVAJE A SUS HIJOS PÓPULOS A APROVECHAR UNA Y OTRA VEZ LA CONFLICTIVA RELACIÓN DE SUS DESESPERADOS PROGENITORES DE INSTRUCCIÓN CÍVICA, A DISFRUTAR DE CUAL DE ELLOS LE DARA MAS BENEFICIOS UNA Y OTRA VEZ CON SOLO, DE VEZ EN CUANDO, HACERLES UN BERRINCHE ELECTORAL.

Mientras la sociedad se apropia de sus avatares, el gobierno se ha negado a solventar los dolores que involucran, y lo que provocan, y ya es bastante que los ciudadanos no hayan perdido susto pero fue más increíble la apatía, en las malas intenciones de darle al pueblo un futuro desmantelado.

Y para los que más se les pueda disminuir. En nuestro ciberespacio, estos progenitores han desplegado su aptitud para dar siempre una y otra vez dinero a sus familias, haciéndole la impresión de que cada vez son más necesarios e inestables por el estado de la vida de sus padres, para ser ciudadanos ricos. Fue una especie de explosión entre la cohesión familiar. Cada vez fueron más los hijos, hermanos, hermanas y primos que se emparentan, dejando que el paradigma de tener matrimonios ciudadanos de una familia compartida ha crecido. Mientras en sociedad aumenta la inequidad entre la población, entre los hogares y los ingresos, el desarrollo del programa “te doy me das” es más importante que nunca.

Familia por primera vez dentro del proceso de ciudadanía. El programa de dadivas ofrece a los adultos y jóvenes, ingresos especiales que dibujan espectralmente una mejora de estatus para obtener el estatus como ciudadanos. Es esencial que puedan obtener este beneficio en las próximas dos semanas.

 

Este grupo de gobernantes divorciados, estos padres del insulto público, se desempeñan como agentes del crecimiento de los ciudadanos hijos: los abrazos, los besos y los abrazos más reiterados son menos demandados. La propia familia, más allá de sus planes de crecer, está encerrada en una cuota básica que les obliga a compartir el deseo de lograr su propio ingreso.

Un matrimonio no deseado, que un día llamó a su matrimonio: “No me das la mano, no me das la culpa, me debes a mí”. Reiteras quejas de este matrimonio gobernante que desde el comienzo durmió en camas separadas aunque se los veía salir por la misma puerta.

¿Qué tipo de conductas estás haciendo? ¿Estás llamando o dándote la oportunidad? O están llamándote para que su oportunidad de oportunistas disfrazados de estadistas sea solo continuar.

Hace años que seguimos siendo hijos de gobernantes divorciados, realeza devaluada con sus bolsillos llenos de espejitos de colores. No existen más los súbditos. Después de semejante crisálida pandemica lo que surge de la metamorfosis no tiene nada que ver con lo que siempre surgía de una crisis. Estos dirigentes divorciados lejos están de comprender lo que está naciendo en esta nueva sociedad, que por otro lado, ya no los reconocerán ni como parientes lejanos.

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