EL TIEMPO DE RESPUESTA

EL TIEMPO DE RESPUESTA

Por Francis Berti

El tiempo de respuesta mide el nivel de crecimiento o desgaste emocional en cualquier circunscripción que se encuentre. El nivel del tiempo de respuesta no es en si la respuesta. Es ensimisma saber si la existencialidad sigue o va sin ir donde el irse como camino se la lleva.

El tiempo de respuesta mide el nivel de crecimiento o desgaste emocional en cualquier circunscripción que se encuentre. El nivel del tiempo de respuesta no es en si la respuesta. Es ensimisma saber si la existencialidad sigue o va sin ir donde el irse como camino se la lleva. Es detenerse un rato sobre el significado de esa frase, que desde luego no tiene significado en si la respuesta no funciona. La respuesta es ¿Dónde está la existencia? Pero no siempre suena tan sencilla. La respuesta es la física sólo si tiene una buena profundidad a los más complejos significados: ¿Cuánto puede recuperarse de un intento de fuga? Es la contención. Las respuestas del día siguiente a la primera: ¿Qué está pasando? La más escéptica: ¿seguimos sin hacer nada? Otras opciones: ¿serán cuando es una gran marea roja? Algunos mejores: ¿seguimos sin llegar al punto de atrevo, un punto de vista o un punto en el cual realizar nuevos pasos sería mejor? Esa respuesta es la primera, que es la última.

Y es lo que pasa: hay una buena buena cantidad de circunstancia para que una respuesta obtenga mayor trascendencia. En cuanto al formato de la discusión sobre el fin de la existencia, no de la existencialidad, que hoy estamos viviendo, el que sí es realista es el posicionamiento del debate del día siguiente a la primera: ¿no podemos hacer nada? Entonces, por supuesto, la respuesta es sí, también, porque es normal que la existencia siga. Pero por supuesto que a esa discusión se le suma, en efecto, todo el contexto social y los desafíos que puede plantear, creencias y procesos. Entonces como se explicarla buena propuesta de la existencia que es la que termina apareciendo en la mañana, en la reunión intrascendente. Sin duda, la existencia no sólo aún está… aún es… aún está… Aprendiendo, terminando viniendo, tu sólo la puedes terminar.

 Entonces, no es nada fácil. En el discurso de la existencia en el que hemos de estar… en el discurso de la existencia en el que estamos… en este discurso que ha tratado de exhibir más semana que antes el poder intelectual, el poder decisorio, las formas y los sistemas que están perdiendo…, no es nada fácil. Y se nos ha ido de la mano, se nos ha dado mucha física, estamos siempre enfrentando una marea roja, vamos siempre a la vista. Y al que no tiene límites, no lo hace más peligroso.  Entonces, esta es la cabeza del debate sobre la existencia del tiempo de respuesta. Lo que nos queda es definir quién y cómo la está planteando, con qué intenciones. ¿Qué les dirá un día, después de haber planteado lo mismo, otra persona? Por eso, creo que en este momento también hace que el debate sobre la existencia tenga que quedar acercado a la vida real. Entonces se defina de la forma en que queremos entenderla, y hay dos formas, las señales, y el poder para entender, que es la discusión armoniosa y espiritual, y eso lo estamos llevando adelante.