En mis intensos internos viajes estelares he conocido mundos completos, armónicos de insoslayable belleza de sus habitantes. Los he visto reunidos en el placer de solo reunirse. Toda la paz y estructuras que hay aunque no fueran lo sólidamente estables, se establecieron y luchan para establecerse, y estabilizarse. Entonces me pregunto ¿Qué hago aquí? Me contesto.- Tú sabes lo que haces aquí. Descifraste las señales ocultas que enviaron y llegaste, ahora debes encontrar al emisor y preguntarle ¿Cuánto tiempo hace que las envía? ¿Por qué las envía? ¿Que necesita? Y cuando obtengas esas respuestas. Tu trabajo será cumplir sus deseos, sus sueños, sus interrogantes y esforzarte por darle todo. Todo, si… Sin intervenir, sin indicar, sin molestar. Se tierno con ellos.
Bitácora estelar de la Nave Augustus. 28062022S21. Estoy solo frente al inmenso cristal de la cabina de mando. Veo a los gusanos azules llevándome, el androide V-Iberh, quien ya esta completado con todos mis datos, mente, cuerpo y emociones. El continuara por el infinito haciendo al igual que yo mi trabajo. Se ocupa del control del viaje, yo cuido de él. Tengo tiempo. La comandante Bash ya no está. En el último almuerzo junto antes de su partida definitiva, vi como brillaban sus ojos cuando se llenaban de su familia. Bash preparo mi comida favorita unos omelets diferentes a los que cualquiera haya probado jamás. Ella después de visitarme por última vez, y cumpliendo mi deseo antes de morir, volvió a partir, se llevo su androide que me había acompañado para no olvidarla…
Olvidarla. ¿El olvido existe? No lo sé, el olvido es una partícula infinitesimal flotando de milenio en milenio por el universo, tratando que la luz de un recuerdo lo llame y presentarse sin aviso, desmoronar los muros y levantar por última vez las esperanzas perdidas. El olvido es un sanador, una tierna caricia esperando que la sutil esperanza golpee la puerta de los sucesos. Bash ya estará junto a los suyos en aquel planeta azul que dejamos hace muchos años. Tengo tiempo… tiempo…siempre…lo tengo. Comienzo a garabatear una historia que se me revela…desde más allá de los destiempos…
Esas fueron las premisas con las que inicie este viaje. Ya llevo miles de años warp, millones de kilómetros por segundo contrayendo el universo y expandiéndolo de una punta a la otra. Para mi es sencillo. Aprendi. Aprendi de la mejor. Ella me regalo sus gusanos azules y yo los cuido, los alimento. Y ellos cuidan de mí. ¿Y qué harás de tu mundo deshabitado?, me pregunta mi propia voz. Esperare, no buscare ni traeré habitantes. El cielo azul Calipso de mi mundo un día dejara posarse una nave, y a quien descienda le ofrecere un plato de comida un vaso de vino de infinito punto rojo, beberemos y mientras los dos soles se disputan el atardecer, comenzaremos a hablar, hay tanto que contarse. Y por primera vez puedo hacer…puedo hacer que la noche no termine.