ENSAYO PREMEDITADO, EL TIEMPO NO CORRE (SEGUNDA PARTE)

ENSAYO PREMEDITADO, EL TIEMPO NO CORRE (SEGUNDA PARTE)

Por Francis Berti

¿Qué lleva a un escritor a redactar una segunda parte de un artículo, de un ensayo o lo que fuere? ¿Explicaciones? ¿Fundamentaciones? ¿Ampliaciones? Puede ser, no es mi caso. Y en este en particular fueron sencillamente los comentarios de dos lectores que se atrevieron a dar un paso mas allá, a clavar hondo su propio pensamiento de exquisita factura. Y nobleza obliga. Ir por más, por más de esos callejones en los que encerraron mi ensayo. Brillantes ellos. Se lo merecen. Se merecen una segunda parte.

En primer lugar debo transcribir Dixit sus comentarios al relato de la primera.

Andy hizo el siguiente comentario:    Escribiste una o varias pinturas de Dalí. Como te gusta escribir pintando y pintar escribiendo .El tiempo te regala tus indefiniciones porque el tiempo es uno mismo y sus ganas.

Guadalupe hizo el segundo comentario; Interesante tema, El tiempo no corre. A través de los acontecimientos y sucesos que suceden en forma progresiva, es nuestra percepción del tiempo, la razón nos produce este efecto al hacernos creer que es real

Ahora me toca a mí, en homenaje a ellos.

La mente humana no tiene una razón, tiene dos, como lo explique en al artículo Ensayo Premeditado, el Tiempo no Corre. Una, la que nos acompaña y parece regir nuestras definiciones e indefinición, la otra, la profunda, que rara vez podes entrar. Pero es alli donde verdaderamente se producen los mandatos, las ordenes, la prima dona dominante de todas nuestras acciones. El punto es, y hacia alli voy. Es habiendo dos razones en nuestro mente, podemos con mucho tino y esfuerzo golpear de vez en cuando para que “la oscura y profunda” nos deje un resquicio para conversar con ella. Buscando acercamientos a resoluciones más complejas. Comentándole los sucesos y hechos que la “razón blanca consciente” y común de todos los días, se topa, se quiebra, se confunde, viví sin resolver creyendo que resuelve. Entonces en ese resquicio que nos abre, traerle algunos chismes que el corazón también quiere que sepa. Porque aunque la razón oscura no le de importancia, sabe perfectamente que sin el moriría. El corazón también sabe que sin ella el dejaría de sentir, de percibir, de emocionarse y hasta se quebraría miles gotas de sangre coagulándose el dolor que nadie percibiría. Y al final dejaría de latir. Tres personajes que nos ponen de pie, nos llevan y nos tren o simplemente nos inmovilizan. Determinando quienes somos. ¿y quiénes somos? somos la existencialidad en el tiempo quieto, existencialidad que nos urge moverla, llenarla, completarla. Nadar en ella fuere como fuere. Estos como programas humanos aleatorios que se revelan y conforman nuevas instancias y reveladoras situaciones que nos elevan. ¿Cómo lo lograremos? pregunta perdida…o respuesta tan cerca que se nos pasa, nos da vueltas y no la vemos. Y entonces sabiendo que por alli debiera estar nos llenamos de multitudes, de ir y venir. Este demasiado cerca. Pero seguimos cerrados. Probemos que los tres mandantes de nuestra vida dialoguen un poco más. La existencialidad no vive sola, no existe sola. Necesita de otra que este a su lado para sentir que todo tiene sentido y camino. O simplemente como ha dicho Andy en su comentario; nada tiene que ver el tiempo, tan solo o tienes o no tienes ganas que algo suceda. Por ello los sueños deben tener pies.