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FUERA DE SI

Fuera de sí, la última frontera por explorar de ti. Asi, tan asi, mas de tan asi, te quiero fuera sí. Esa cabalgata entre tu cuerpo inerme y tu mente estallando delante de mí. Cuantas veces, cuantas cuadras asimétricas has caminado para detenerte ante mí, fuera de sí. Sin encenderte te apagas.

Voy a detenerme en ti, si. Siempre que pueda no yo, me quiero. Te quiero cuando me mires y tú a ti cuando no lo entiendes. En parecida contradicción, cuantas veces, cuando no me conoces en tu mirada y, en mis oportunidades, ni tampoco quiero, no te conoces en mis miradas. Si que pueden de entendernos, sea, cuando sea, de una manera muy distinta, a ver: sea una guerra o ser amigos. Mientras me echen, no me echen ni para qué dirán, soy yo, voy a vivir y voy a morir libre del agua, esto y me gusta ser de un hombre, porque no sé qué otra persona tenga que ver. Y así con él, eso hay que verlo, que tenga la oportunidad de hacerlo.

Te deseo mucho la victoria pero debes prepararte para la peor pesadilla: que te perdone cuando se ponga en duda tu voluntad. Te reiré con el sueño. No estés oculta bien, te busquen; cada vez más se aproximan. Eso te hace sentir irracional, poco confiable, que solo te entienden por la experiencia y no por la palabra. El objetivo entiende por la experiencia y no por la palabra. El objetivo principal del martes es encontrar como solucionar los problemas de ti misma: vivir mejor, cuidar más, vivir en paz.

Te comprometo a prenderme en tu marcha por una revuelta en tu corazón, y nunca dejar en tu camino el río de mi propia pequeña calle. No seas engañosa conmigo. Me gustaría. Obvio, al final de cada uno de mis mensajes, lo único que nos protege es el olor de la noche. Y eso es duro. Es un pequeño culpable de todos nuestros malentendidos: ya sabemos que no podemos arreglar a cada uno de nosotros mismos; que hay muchos problemas que no se resuelven con una tijera o con la paz, ni por una unidad (por el lado del líder), ni por una grieta (por el lado del oprimido), ni por el amor.

Tenemos que aceptar que es difícil el camino y podemos haber ocupado todo esto, aunque hemos hecho una larga mezcla de muchos tragos al mismo tiempo: el privilegio de ser buenos personajes, el miedo, el apetito, el humillante indiferencia, el trastorno bipolar, el estrés, los llantos de los no invitados, el tiempo, el yugo o el dolor. Hasta que tu imaginación no es más importante que tu intuición, te darás cuenta de eso y eso será la mayor cosa. Fuera de sí, eres más bella que en sí. No sangras, no aquejas, ni siquiera falta que tu boca sople un beso, nada y absolutamente todo está fuera de sí, arremolinada en el trayecto de mí.

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