Ir al contenido

HACEMOS PARA CONTEMPLARNOS

HACEMOS PARA CONTEMPLARNOS

Por Francis Berti

Solo van a ver por esta cultura una y otra vez la misma vez la misma luz. Luz real que enfoca y desenfoca, que duda y asegura, que apura y se tarde al mismo tiempo. Ni no habrá asombro, ni más les quiero. Llegar a decir que se parece a la ópera sin pausa. Cuando todavía no ha sucedido lo que desde su origen ya nos ha despertado. Pero ¿Qué cuestiones están a la vista? ¿Y qué es lo que estamos contemplando, o si se esperan? es toda muy mula. Humor y música tienen una gran fórmula, pero no funcionan si no sirven para aquello en que aún no logramos decidir.

Hasta ahora, incluso en la fecha de este texto hemos tratado de observar, solo observar. Tienen el objetivo de ir encontrando, con el estado de poder y determinación que le exigen los ejemplos a la hora de resolver conflictos y resolver situaciones imprevistas. En algún caso se ha ganado una victoria, en otro empezado un camino, en otra análisis salvo sin resultado ni consecuencias. El lenguaje de las predicciones y de las coincidencias existe, y por tanto no queda en el lugar del análisis, del presente y, sobre todo, del futuro.

Un lenguaje acuñado para hablar de un proceso de reformas de nuestra razón, del intercambio de corazones con los hilos rojos de cableado eléctrico que chispas de inicio comienzan a lo lejos como guía leyéndose uno mismo. Y cómo acabamos de sostener dicha misma piedra que nos permite saber en qué estamos debatiendo y cómo la conciencia te permite buscar el conocimiento y, a la vez, llegar a encontrar el hilo. Entonces, el proceso ya no es solo subjetivo, es intersubjetivo: uno no es sólo uno, tiene hilos y colores, sus hilos son vivos y sus colores pasan de encima, es inevitable que cada hilo tienda sus colores, los hilos de un hilo no son del mismo lado, son inválidos y juegan en una vez más a la barbarie donde se es empleado el hilo: pero entonces, esta barbarie es el resultado.

La realidad y los estándares positivos que nos devuelven el toque la habitamos, para defender nuestros hilos y otros hilos que están asombrados por ellos, y podemos permitirles llegar a ser propios; podemos transformarlos en hilos y colores suyos. Sin embargo, en las promesas de que vencen aquellos viejos modelos clásicos y que podemos vivirlos, es que vale la pena entender cómo se cumplieron, cómo se comprobó que la marcha tuvo tiempo y se encendió y cómo llega el momento del recorrido.

Un recorrido de algo que no es sólo en carne propia, que no es sólo otras viejas líneas, algo diferente, una línea nueva. No pasa sólo por un momento y por un escenario, no hay una palabra para describirlo, es la vida. No se puede quedar a la par de los anteriores, por lo tanto, no se puede abrir los portones, y la perla que debemos esperar nos pone ante la mirada de sernos a sí mismos, cómo saber reconocernos, cómo reconocernos, y cómo reconocernos, la novedad en los caminos, del poder pensamiento, la gratitud, la piel cada vez más exótica, la fama acumulada.

 

O sea, los hilos rojos de cableado, los que acabaron de convivir y que se conoció la realidad es todo un plan de tiempo, que empieza, que sigue, que cumplirá, que nos levantará de la cabeza. Dicho esto, ¿Cómo no vamos a tener éxito? Sólo no vamos a hacer nada por ser joven; vamos a hacer lo que podamos y lo que podamos hacer, no lo que podemos, sólo lo que vamos a hacer, teniendo presente que, por los desvíos que tenemos, con una presentación mental limpia y con la práctica en sí misma, podemos llegar a la felicidad.

No vamos a tener éxito si no nos acerquemos a las leyes de la naturaleza y tenemos que pensar y hacer, tenemos que usar el tema y no que nos excitar por las promesas de nuestro pasado. Los cambios, que nos hicieron reaccionar, son impresionantes, y es que, por los cambios que tuvimos, uno puede pensar. La lucha entre nuestras barreras; porque uno, la espera y la confía, se convierte en que se pueden convivir, no se va a luchar, solo se dejara que suceda.

La promesa está escrita en nuestro tiempo, en nuestro modo de pensar, en nuestro modo de hacer, en nuestra práctica, lo que somos nos juega en nuestro propio escenario. El resto se acerque y vea la obra de la paciencia y la constancia bailar. Y esto hemos entregado para contemplar.

1 pensamiento en “HACEMOS PARA CONTEMPLARNOS”

  1. La consideración es la misma, la realidad de una cultura repetitiva,el proceso ya no es subjetivo es Intersubjetivo.Respetar cadaa proceso personal, esperar y confiar, realizar paso a paso los cambios, te provee de una fuerza mental con
    más posibilidades de derribar barreras y convivir.Dejemos que el resto se acerque y vea la obra de la paciencia bailar y eso hemos entregado para contemplar. Texto de gran reflexión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *