I BELIEVE. (INFORMALITY POEM)
Por Francis Berti
Eso nos lleva a vivir día a día en unos momentos. Unos ciclos de la verdad en el que nadie se preocupa porque creo en ti mirándote. ¿Qué se puede hacer en estos momentos? ¿Qué tal vez no deberíamos? Deberíamos decir “Vamos a comer en un bodegón que está aquí”. Porque creo en ti, cuando te miro. Una vez se hará real. Por la sencilla razón que creo en ti. Y mirar y verte, será en ese momento que siento, solo bebiendo. Y quizás ahí esté el truco, ¿no? En dejar de pensar tanto en el “deberíamos” y lanzarnos al “vamos”. A ese bodegón, a esa charla que nunca tuvimos, a ese abrazo que se quedó en el aire. Porque al final, ¿qué nos llevamos? ¿Los planes perfectos o esos momentos imperfectos que se sienten tan reales? Capaz que la vida no es más que una colección de “vamos a comer”, de “te creo”, de miradas que valen más que mil palabras. Y sí, puede que todo sea un sueño, una ilusión que se desvanece con el último sorbo. Pero, ¿y si no? ¿Y si ese bodegón, esa charla, ese abrazo, son más reales que cualquier otra cosa? ¿Y si la verdad, al final, es solo eso: creer en el otro, mirarlo a los ojos, y decir “vamos”? ¿Y si simplemente vamos? Sin relojes. Y el sol caiga una y otra vez…