INMENSA HISTORIA DE EL ENANO

INMENSA HISTORIA DE EL ENANO

Por Francis Berti

En algún pedazo de mi historia del siglo pasado, fundido y sin un peso,  un  amigo me ofreció dar clases literatura en primer y segundo año (yo sin haber terminado esa carrera que como corresponde a mi naturaleza, abandone)  como tantas otras, me aburrían, he iba solo a escuchar los profesores que daban sus clases sin libros, sin apuntes y bosquejaban sobre su mano la tiza deslizándose desde su corazón.

 O por lo menos eso sentía yo y disfrutaba y había dialogo, interacción. Pero volvamos al enano, que de hijoputismo sus padres le habían puesto de nombre Medio Carlos, el apellido no lo recuerdo, no vale la pena no con semejantes, progenitores. Recuerdo sus ojos saltones y tristes a la vez, sus piernas arqueadas como paréntesis encerrándolo. Yo cada vez que pasaba junto a su banca repleta de burlas me detenía y ponía mi mano sobre cabeza cabelluda durante un minuto, suficiente para que la clase hiciera silencio. Y antes que algún idiota preguntara porque lo hice…Escribí sobre el pizarrón  lo siguiente;- Reyna Cristina de Suecia siglo XV- Capte la atención. Miren mis queridos alumnos no soy su profesor de historia, pero sobre la Reyna pregúntele a él, yo solo les contare anécdotas de la regente tan especial y transgresora para su época.

Ella fuera donde fuera, en batalla o descansando siempre la acompañaba, un enano, donde siempre apoyaba su mano y rasca su cabeza. Era símbolo de buena ventura para su siguiente derrotero y transgresión de cualquier índole. Obvio todo cambio en relación desde ese día hacia él. Era rra la escuela yo tenía un horario que creo ya no existe de 17hs a 21hs que era cuando empezada la nocturna, por algo la vacante estaba libre. Bueno convengamos que la escuela estaba sobre una avenida de tierra, los inviernos de aquella época las lluvias lo convertía en lodazal, en esa época le pedía prestado a un hombre de aquella época, un santo, que me prestara su Jeep Willys doble tracción y me iba igual, y todos estaban esperándome.

Pero quiero llegar a un final que los sorprenderá aun más de Medio Carlos. Como era de esperar se llevo a marzo mi materia. En la mesa examinadora están a mí  lado una profesora de matemáticas y otra de arte. Como el enano era alumno mío las preguntas las harías yo. Una parte escrita y otra oral. Ustedes han visto de cerca manos de enanos, su grafía era no solo que no acertó una sola pregunta si no era inteligible (durante el día pasaba baldes cemento para construir su casa).

Pasemos al oral le dije. Se arrojo de la silla y se sentó frente a mí, comenzó a transpirar en esos marzos calurosos. –Le dije- tranquilo- hablemos de otras cosa así te aflojas y recordas. –Asintió con la cabeza- Le pregunto ¿fuiestes al mar alguna vez? Sé que do callado un rato…..Luego me dijo- Si fui al mar, lo vi-  Que bueno-¿te gusto?- Si claro que si- ¿y donde fuiste? – Acá en Buenos Aires? (Lejos de las socarronas risas de las otras profesoras) Yo continúe. Le dije Medio Carlos, lo que tu viste fue el Rio de la Plata- No. No me dijo- ¿Cómo no? Porque yo nunca vi la otra costa…era un mar. Media Carlos además de su sentido común estaba repleta de física, metafísica, lógica y matemáticas. Obvio, lo aprobé y paso de año.

Las profesoras indignadas seguramente se retorcieron  y presentaron alguna queja. Al siguiente día estaba despedido. Después de muchos años estaba bebiendo y se detuvo ante mí, ¿se acuerda de mí? ¿Medio? Si. Bebimos, había concluido su casa y tenía su propia familia….y se fue diciéndome gracias por el mar. –No me mojes mis ojos le murmure.