Ir al contenido

LA ARGENTINA NO HACE AGUA HACE TIERRA

deep pit in the desert. 3d rendering

La casa donde vivo se quiere ir, no puede moverse hacia adelante o hacia atrás, ni elevarse y volar, asi que pensó, pensó por décadas como huir de quienes sostiene sin que la cuiden…y encontró la salida…hacia abajo. Y ha comenzado a hundirse, y por los acontecimientos recientes esta apurando su desaparición, no es sencillo caminar por ella en estos días, no hace agua hace tierra y el lugar sigue desapercibido… aunque se muere como una de las piezas más valiosas de unos arqueólogos de todo el mundo…(casi como los restos de Atlás).El lugar es un sobre, con muchos destinatarios cuesta mucho
atravesarla, y por mucho que se lo haya probado todo el mundo, nada fue atribuido a ese manojo de advenedisos oradores de la politik, pero no se les acusó de abandonar su posición de acogida, continuaron recogiendo frutos, monedas y ciudadanos distraídos..
Debía encontrar una salida a la pertinaz salida, decisión tomada sin constancia previa, huiría hacia abajo. El piso de la cocina descendió quince centímetros hacia el centro, los bordes todavía estaban firmes. Pedí al aserradero que me enviara maderas para cubrirlo todo, anclándolos a los extremos y trabándolos con gruesos clavos. Tuve las extrañas sensaciones por un momento de estar construyendo la cubierta de un barco pirata, o para piratas. Fui calzando cada medero uno con otro machi-hembra. Me fueron quedando algunas aberturas, pero carecía de cáñamo y el arte del calafateo ideológico mágico que parece siempre que todo lo resuelve.
Terminado, llego el misterio, por una parte podía caminar sobre una superficie estable y sin declives, por otra, ya no tendría control del descenso que seguía prediciéndose alli abajo, creo que ella lo sabía y me dio una nueva oportunidad , un lapso que no sabré nunca hasta que suceda lo inevitable. Un nuevo viento, una nueva construcción.
Los maderos rechinan, se acomodan y desacomodan según se apoyan mis pies, se inclinan y bambolean de un lado al otro. Si, es muy probable que la casa se esté riendo, me acaba de poner sobre la cubierta de un barco pirata, todo se inclina cuando camino, me acomodo en mi sillón, y hasta la mesa y las sillas se inclinan saludando …me dejo navegando en dique seco, pero con la sensación real de estar en alta mar sin salvavidas.
No la vencí, creo que en mi interior no era esa mi intención, tampoco la abandone ni busque botes chinchorros de auxilio. Tampoco deseo hundirme con ella, creo que solo le demostré que no le temo.
Seguiré bebiendo whisky y fumando puros sobre cubierta y almorzando una vez por semana sobre los maderos de un Perla Negra.
Misterios. Hace muchos, muchos años, había otra vista de los dioses que preservó la espiritualidad de aquellos años. La vista de los dioses también preservó la luz, y de ese lugar recordamos que la

la luz no puede ser navegada de la misma manera por los iluminados del ahora. Y si no tenemos que mirarla, como es hoy, hoy la luz solar puede padecerlo todo el mundo, es muy pura y acogedora.

El olor a gasolina, parece estar cerca como ajedrez de piedra vieja y es algo que ya no nos alegra. Un azul marino que siente que acabará, en poco tiempo. No encenderemos Roma. Estamos aquí para sostenerla y sostenernos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *