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LA INSOPORTABLE OSCURIDAD DE LAS RESPUESTAS

LA INSOPORTABLE OSCURIDAD DE LAS RESPUESTAS

 

Por Francis Berti

Cuando la luminosidad de las preguntas se pierde, se estrellan en mil pedazos de gotas grises en la insoportable oscuridad de las respuestas. No hay tema, no hay forma que el lustrabotas más experimentado saque brillo a esos zapatos de pies desnudos que soportan unas inhumanidades que por extraño que parezca siguen caminando. Minando. Mirando. Arándola sin tierra. Llevándolo a clases de este año de barro y tierra en lugar de poner levadura a la masa. A vivir en cualquier casa. Con un número de preservativos de pánico. ¿Nadie está detrás de esto? No. No. No. En quienes deben asumir con atención de la salud del aire en todos los sectores. En quienes se encuentran enfrentando, en la nada, un aislamiento enorme. Todos en los sectores más subterráneos de la mente, donde la búsqueda de algún respaldo para sobrevivir es menos intencional que real. Insisto.

 

La insoportable oscuridad de las respuestas es más hondo en la emocionalidad de la vida. En la audacia y perdida de la ingenuidad de la inteligencia. En la fuerza de un hartazgo por esfuerzo abrumador. Sin horizonte, pero lejos del verdadero sabor del agua. Que habría que asumir el nocaut de aguas superficiales sin procesamiento, sin perspectiva. Para cuando se aventura a montar una luminaria ineludible. La acción no debe ser inmediata, debe ser un conjunto de acontecimientos y procesos. En esa construcción de futuro tendremos una historia en sí misma. En algunos de los sectores más extensos del planeta se considera el verbo roto. La luz de luz. El cambio de desteñir y volver a teñir debe ser suave, preciso y sin salpicaduras. ¡Qué va! saca ese dinero desde su botín. La vida no es solo olor a billetes. La voz no es sólo un cajón de bombas volando. La abundancia no es solo una mesa de ébano. El deseo no es sólo una piedra. El amor no es sólo una canasta de algodón. El hombre no es sólo el objeto del amor.

 

 

Es que ningún establecimiento no puede dejar de producir conexión a cambios, no puede ser insensible a esos avatares enfermónicos y amasados por la luz de la pasión. Que el dinero entrevere entre tanto plátano banana que no sea sólo un límite básico en la evolución. Tanta vegetación, que no sea sólo un tercio de la Tierra. Que no sea un valor inestable que se imponga a distintos sectores de lo estable. Que no sea otra cosa que un criterio. Que no sea una salida desestablecida de la soledad. Que pueda recuperarse de un encargo que se cocina con descuido. Que pueda acostarse al margen de los pájaros. Que no sea una muerte. Que pueda tener relaciones. Que pueda trabajar. Que pueda desarrollarse.

 

 

Es que no es lo mismo nacer del lado u otro de un cerro donde vivimos o en la suerte de la tierra. Debe ser de carácter individual que de carácter social, individual que tenemos que reflexionar “en”. Pero no sólo por la inerción moral de cada uno. Porque la etiqueta de muerte solo nos permite comparar. Uno es dejar. El otro es moverse. Esa seriedad religiosa a la que se ha dado algo de esquivo es segura, porque aunque el egoísmo te impida aún de empezar, aún tu cuerpo y la entrega que te da la vida te van a echar sobre la mesa. Debes unir lo que crees y lo que realmente vales. Una empresa a la que uno nunca puede acostumbrarse a ir. Un lugar en el que podríamos amarnos con la ciudad. No sólo sin decirles. Estar presentes. Llega la hora del disfrute, la mesa de ébano, llega la hora de un gesto, para encarrilar otra vía. Obliga a pensar en sus dueños o su sucesor. Lo que podríamos llegar a conocer no tiene que ser cosa que bromea. Debes ser obsequioso. Uno no es una mentira, un límite. Un impuesto. Un deseo. Una elección insensible. Una visión insustituible. Un camino insostenible. Un deseo lo suficientemente feo como para sacudir a las paredes de algunos días.

 

No Tenemos que vender la memoria. Con una estética intrascendente, esa que te impide ni querer ir. Todo lo hacemos sin palabras. Para no ser. Para disfrutar el tiempo. Sí para que la otra vida nos asuma en el oficio que deseamos. Desde nuestro anhelo. No Enfermos del amor. No Enfermos del miedo. Ojos abiertos bien habilitados. En los instantes de la insoportable oscuridad de las respuestas. Como aventurarse en el mar bajo las luces protectororas de Saint Elmo.

 

1 pensamiento en “LA INSOPORTABLE OSCURIDAD DE LAS RESPUESTAS”

  1. Las relaciones interpersonales que te ofrecen llegar a altas esferas socioeconómicas, estás imágenes de solvencia económica que se transmiten a través de los medios comerciales, te proporcionan una búsqueda de identidad falsa.La falta de luz y claridad para percibir la densidad de las cosas, te dan un mensaje sombrío apenas perceptible de relaciones y proyecciones socioeconómicas falsas. La demostración de los sentimientos afectivos como amor, amistad, confianza,etc, con base sólida contribuyen para configurar la conducta del ser humano.

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