LA RUTINA DE CERA
Por Francis Berti
Entusiasmados encendemos el pabilo, que se yergue y los aplaudidores de la rutina festejamos una vuelta más de los acontecimientos repetitivos que nos ordena en el venir de devenir de nuestra alocada vida que creemos es ella día tras, tras día, tras día. Cualquier fuere nuestra profesión que este suscripta a ocho, seis, cuatro o las horas que ineludiblemente sean estrictamente determinadas. Y la cera rutinaria se fue amontonando una tras otra y ya casi sobre el final eso somos cuerpos en tamaño real mirando nada y olvidados en sótanos en los que en un momento alguien preguntándose ¿y esto qué es?
Entusiasmados encendemos el pabilo, que se yergue y lo aplaudidores de la rutina festejamos una vuelta más de los acontecimientos repetitivos que nos ordena en el venir de devenir de nuestra alocada vida que creemos es ella día tras, tras día, tras día. Cualquier fuere nuestra profesión que este suscripta a ocho, seis, cuatro o las horas que ineludiblemente sean estrictamente determinadas. Y la cera rutinaria se fue amontonando una tras otra y ya casi sobre el final eso somos cuerpos en tamaño real mirando nada y olvidados en sótanos en los que en un momento alguien preguntándose ¿y esto qué es?
Pero estamos hablando de dicha dinámica, que casi nunca nos enseña, nuestra identidad nacida así, de la parásita situación, nuestra voluntad que en realidad aparece como un pasaje de este arco aterrador y rígido. No es tan doloroso así que miraremos bien, miraremos lo que pasa y miraremos cómo salió todo aquello que fue llevado acumuladamente en tiempo y no dio ni una causa para cambiarlo. Este es un mandamiento que tendrá que destrabarse en vez de mostrarse envejecido, que tendrá que pedir demasiado, tal vez mucho, de aquellos que a lo largo del tiempo se han dedicado a anquilosarlo sin que se diera cuenta, que pasa a ser parte del decorado descolorido de cada igual que lo saludo y festeja.
¿Seguirá siendo su propio derretimiento creyendo que esta construyéndose? Está claro que no, que no está triste ni enamorado. Solo está en su letra. La letra cumbre, que si lo hicieron, es el reto y el encargo. El trasfondo, que lo sueña todavía, como la interrupción, por iniciativa, pero ciento por ciento, de una vez por todas, y que ya da vueltas hacia allí para recuperarlo, para aprovecharlo, para reconstruir el cambio, para dejar de amontonar pabilos que hacen grises nuestra piel , que ni el sol deja brillar, ni el sol deje salir todos los que no son más que otra máquina de la bronca, de la violencia y otro. Todos uno a la vez son una historia traicionera. Tal vez hacia el fin ya sea lo cierto. Sí, al fin y al cabo esto pasa en muchos de nosotros los que los escoge haciendo tan tantos tontos de ceras y seres y tantas cosas tristes o que nos amontonan unos a otros compinches que ni siquiera espinas tienen, por lo menos para despertarnos.
Espero que la fecha este en mis bolsillos, que los fósforos en otro y la cera la pediré solo por las noches de adorno. Está claro que no que no estoy triste ni de adorno no soy de cera derretida ni por derretirse. Solo está en mí su letra. Y de una vez por todas y que se diera cuenta por iniciativa ciento por ciento, de una vez por todas, y que ya dieron fuerzas, y muchas fuerza también para adentrarse en cada lado de cada calado, muestras de diferencias, porciones de aquel esfuerzo y vocación que representa este cuerpo libre.
Vamos caminando sin nada que nos separa de nadie. Aunque nos asuste en vez de echarle al aliento que estamos de cara, todo que ni se ve en el pasado, ni en el presente. Lo que observamos, vamos caminando sin nada que nos separa de nadie. Los que nos amontonan no son más que otra máquina de la bronca, de la violencia y de otros. Lo que observamos, vamos caminando sin nada que nos separa de nadie. Está claro que no estoy triste ni soy de cera derretida ni por derretirse. Sí, aun está en su letra, que no es de cera derretida ni por menos que mi interior mis cuerpos morándome por todos mis seres queridos, mucho más que yo ni aparezca.
Así como pasa en los “cuándos” se los mientan una todo el tiempo, y en la cuadra vuelven a ser una tienda de los reales de sangre que llevan, con la llave de mi corazón y tienen que poner sus pertenencias en cualquier lugar y para que quedan aburridos y menos lo quieren ser. Además una única herramienta: mejorar lo que tienen y aprender del otro. La elección del otro no significa permanecer con esa persona. Se hace es saber que los dos son compatibles y que no necesariamente alzar sus brazos una vez es la última acción. Que las otras vayan a caminar. Nadie es para ser parte de una compleja coalición de desafíos, seriedad y coraje sin absolutos. El uno en el otro y los otros entre los dos como la balanza de las partes. El otro no sería ajustable, afectado, al revés del otro y también, tengan algunos sentimientos que no las tomen como les gusta dejarse en evidencia. No son de cera.
Creo que se puede tomar una decisión y tratar de lidiar con lo cotidiano, entre lo más triste de tener a estos personajes y lo más triste de no tenerlos en mi vida. Pero vamos caminando sin nada que nos separa de nadie. Son momentos increíbles que no podemos perder, cuando leemos todos lo que los podía guiar. Tenemos que aportar de nuestro interior todo lo que es capaz de hacer. Una vez que digamos esto la realidad de nuestro cuerpo libre nos vea en un rostro, en un arco de miles de voltios azules…y paradójicamente a menudo no nos es necesario ni siquiera leer. Es necesario hablarlo por sí mismo. Con todo el corazón que tiene, por lo que tengo, por lo que tengo y así paso como paso hasta pasar lo más mínimo, incluso hacer actos, que ya es difícil no hacer. Tenemos que luchar por la libertad.
Todo lo que es honesto, honesto, digno y valiente, jamás lejos del cielo. Y con esa honestidad es demostrado que también no sólo su carne no se corta ni se enferma en su sangre. No sólo su mundo no se vuelve un infierno. Ni jamás se convertirá en cera d rutinas.
La Rutina de Cera.Ilusionados encendemos el pabilo de la vela de nuestra vida,pretendiendo que encendida alumbre y sirva de guía luminosa para guiar en su camino a otras personas, deseosos de generar cambios positivos y significativos en nuestro entorno social. El venir y devenir en nuestra agitada vida, se vuelve rutinario, tedioso, convirtiéndonos en simples espectadores. Acumulando capas y capas de cera,al enfrentarnos a los obstáculos que nos impiden realizar plenamente nuestras potencialidades para obtener logros satisfactorios. Perseverar en llenar de luz y claridad el camino de otros,disipar la oscuridad y el error, convertirlos en conocimientos y aciertos, aplicados a las capacidades intelectuales. Ilustrar, enseñar y dar a conocer a otros. lo que les impedía su crecimiento personal u social.Llenar de luz y claridad los caminos de otros,que permitan este crecimiento.
en la lucha de la libertad cotidiana encontramos la verdadera escultura de nuestra vida … nunca estará expuesta en galerías de los museos de cera .
Considero q nuestra existencia , no debería ser anhelar pertenecer, si nuestra claridad fuese encontrarnos a nosotros mismos, xq buscar la aprobación o el agrado d seres q lejos están d lo sensible, cual es el verdadero recorrido si estuviésemos en ese punto final?..mirándonos a nosotros mismos, nos gustaría eso que vemos? Si en definitiva ni siquiera supimos el objetivo..somos y seremos unos conformistas eternos, adornados d personas q realmente nada tienen q ver cn nosotros y q adornan vacíos oscuros y están pero no aportan.. seremos quienes buscamos lo que nunca va a saciar nuestras almas incomprendidas…