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LA TARDANZA

LA TARDANZA

Por Francis Berti

La tardanza nos es que el espacio de duda que no me permite llegar. Una duda intermitente pero continua en cada uno de mis actos sin concluir. Un mandato extraña de la razón que tiene razones para hacerlo. E increíblemente hacemos caso hasta que la resolución de ellos cargaremos por o por necios una o dos veces en la vida y miles para los menos trascendentes de la realidad repetitiva y sostenida que creemos nos sostendrá.

La tardanza nos es que el espacio de duda que no me permite llegar. Una duda intermitente pero continua en cada uno de mis actos sin concluir. Un mandato extraña de la razón que tiene razones para hacerlo. E increíblemente hacemos caso hasta que la resolución de ellos cargaremos por o por necios una o dos veces en la vida y miles para los menos trascendentes de la realidad repetitiva y sostenida que creemos nos sostendrá. Me pregunto ¿en qué estamos sometidos a ellos?, ni siquiera dicen que no mandan a este camino, si nos mandan pero no nos defienden.

 

Espero que no sea que sigan creyendo como en estos días las grandes estructuras auspiciadas por los grandes desafíos que nos proponemos en mantener vivos y en verdead son tardanzas que creemos reales que sucederán. Somos quienes las vamos haciendo desaparecer y cuanto mas tardanza menos responsabilidades nos desecharen y pasaremos ante ella sin recordar nada. Poe eso deja para mañana lo que ya sabes que terminara en la basura mental como recuerdo ingrávido, que por momentos quisieras saber don se hundió, pero no te detienes, ni siquiera porque.

 

Tu semejanza en la ineludible y abominable concesión a que sólo se trata de las estrellas grises y aunque le cuesta enojarse al alzar la voz y no responder la pregunta ese deja otra hora del espacio en el que pretendemos participar que no es todo lo que es vivir en pleno crecimiento y a las horas exactas. A eso sí que podemos sumar una actitud totalmente distinta que debe ser la de cualquier viejo o adolescente que como todos los momentos perfectos lo debe haber tomado pero lo hizo uno de esos momentos súper aislado, sin llegar a encontrar un lugar bien abierto, sin publicidad, sin vestuario, sin problemas, sin nada, sólo su música.

 

Ahora, como a todos nosotros, es el momento de dejarlo todo y acomodar a esa imaginación de uno mismo donde sólo siente que ese abismo de bajo nivel bien cola que sufría hace un par de meses es que ya no existe y dejando como un paquete de malabarismo y los estrés que ello requirió. En realidad, y si te asombras aquí, es la única manera de volver, que no es algo que sucederá en este lugar aunque tal vez lo haga algún día. Esto lo veo simplemente como esfuerzo anticonceptivo, es la acción de correrse de una y otra vez hacia lo que antes cambiaba con el paso del tiempo y hoy no está.

Es cuestión de dejar de creer que no puedes desplazarte a donde seas capaz o a donde creas que te vuelvas loco y pasarla. Mejor pedir ayuda a un nido de perros o a una guía que para esa hora lo demuestre, dejar que tu mente sea el primero en terminar y podamos asumir que este es un momento que se puede terminar, salir de ese abismo a la espera de que algo salga. No sé si yo sé tuyo, es tan solamente una imaginación y aun así puedo contarle todo a quien pida el anonimato. Así funciona la tardanza y no, nadie la cambiara.

1 pensamiento en “LA TARDANZA”

  1. La duda intermitente pero continúa en cada uno de mis actos, sin concluir, me obliga a detenerme, no llegar oportunamente, retrasar la ejecución de mis decisiones. por una poli causalidad que deriva a múltiples soluciones con gran simbolismo de expresión.No es todo vivir en pleno crecimiento y a las horas exactas, no brinda los medios adecuados para una perfecta integración, concreta, a un medio ambiente determinado por estructuras histórica, social, cultural y económica.La información puede ser proporcionada en el anonimato, así funciona la tardanza y no, nadie la cambiará,empleando más tiempo del previsto y necesario para hacer algo.Interesante tema, gracias Francis. Saludos.

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