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LA TRAGEDIA DE RECONOCERSE

LA TRAGEDIA DE RECONOCERSE

Por Francis Berti

La tragedia de reconocerse siempre llega al final de la tragedia que nunca existió. Un coctel y ensaladas mas preparadas, condimentos seguros que no eran los correctos. Oídos cerrados. Presunciones que nuca fueron las correctas. En ese crujir de maderas y hojas. Pequeños fuegos y humo para distraer el ambiente que intención mental de lo borroso que nos ponemos por creer en la continuidad que nada existe por cambiar. No, nunca fue asi.

 

 La tragedia d conocer al otro siempre llega al final de la tragedia que nunca existió. Un coctel y ensaladas mas preparadas, condimentos seguros que no eran los correctos. Oídos cerrados. Presunciones que nuca fueron las correctas. En ese crujir de maderas y hojas. Pequeños fuegos y humo para distraer el ambiente que intención mental de lo borroso que nos ponemos por creer en la continuidad que nada existe por cambiar. No, nunca fue asi.

 

Evitamos creer en alguien que lo que somos no es lo que es. Es una gran duda. Pero siempre echamos la culpa de alguien más. Tal vez cambiamos de estilo, pero nada más. En realidad, uno solo.

 

Creo que estamos ocultándonos de nuestro propio yo. Cuando quiero ser realista sobre lo humano. Triste, amigable y trabajador aun en el momento de la recaudación de nuestras propias las cárceles. Evidentemente esto es el momento más humano. Es momento de los riesgos inexistentes. O no cuentas con nada.

 

Si no hemos podido evitar los ojos de un lado para el otro, si no hemos podido dejar de pedir que no nos deseen simplemente, si no hemos podido optar por no unir nuestras propias vías, solo entonces sí podemos entender esta relación que nos dan siempre algunos segundos a la otra. En esa línea eso nos enseña una necesidad comprensible. Quiero que esto sea siempre para mí y a todos nosotros, por eso no sé qué hacer. No quiero más.

 

Sí creo, que lo más comprensible y cómodo es aceptar a sí mismo. No hacerse cargo por necesidades no entendidas y vívidas. Vos no estás de más. ¿Y si saben otros?. Y como una de esas víctimas, no hay posibilidades de un cambio que se pueda hacer y por mucho menos que se pueda cumplir.

 

Ojos y botellas de agua en una mesa en la que parece que todos están en busca de algo lo que no están en busca de. Una mesa construida con cuidado y que está a la vez desparramada por una enorme estancia que encierra un mundo de lectura y seguro de mirar a las cosas con los ojos más sobre la cabeza y saber a quién leerlas.

 

Yo, lo sigo como hasta el momento. Poco se puede hacer. O mucho. Todos las costumbres del que era yo y que me gusta como soy, hace que a alguien me decida entre ser honesto o agraviar mis propias cuestiones.

 

Mis lecturas están a la vez simples, esperanzadoras y duraderas. El estado en el que yo estoy me siento como si llegara la hora de la última columna, y ese es el punto en el que me molesta y me preocupa de hacer de alguien que no estoy en condiciones de ser. Eso molesta, a veces. En cambio la interrupción a los sentimientos me siento como abrir una hermosa nueva gama de colores a través del cual le hago de todo.

 

La estructura existencial está marcada en el momento y en el lugar de ese dolor, que es inevitable, también como consecuencia de todos los deudores que tienen, que son eternos, que hacen que no se crea un mundo de uno solo. Perdida. Habrá que ver si la solución es la misma que viene a hacer algún día, o si el camino y el cambio hacen que en estos momentos nos dispongamos. No es verdad que el mundo que vos conociste de abrir de los libros de los que fui yo pueda no existir.

 

 

Sí es verdad que esta es una pregunta que vos debes hacer cuando haces algo que no eres, o cuando tienes que darte cuenta de lo que eres como persona. ¿Puedes explicar el porqué de que tú tienes que darte cuenta de lo que eres como persona?. Y no le digo que vas a decidir. Esas respuestas pueden tardar días o años, ya no tengo idea, pero tengo claro que no es la solución. Es un dolor que tienes que enfrentar. Porque si no, que vean a tu verdadero ser y a lo que amas. ¿Cómo aprender a recordar que tu verdadero ser es la misma que naciste desde aquí y hace cientos de años?

 

Ese es mi compromiso. ¿Cómo explicar los otros tiempos que vengo viviendo en el que parece que no hay propósito, ni techo, ni rumbo. No te puedo decir una verdad, pues solo pienso en ello. El cambio es un problema. Ojos vacíos, perejil que les da voz, si yo puse un poco de ello en mis pérdidas, poco a poco mis límites y mis propósitos fueron penetrados. Entonces la que siempre me digo que el que va y se va, pierde, tiene mucho más que engancharse a un lugar, como si a darse cuenta de que nos hicimos de alguien que está en el hospital de los sanos, pero también nos necesitamos.

 

Es un estado de pérdidas y tristeza. Siento una gran alma azul y verde, como un tinte azul o verde. Eso para mí es más. . , o porque el reciente deseo de viajar acabó. Y la tragedia jamás existió.

1 pensamiento en “LA TRAGEDIA DE RECONOCERSE”

  1. El uso de los resultados de la tragedia de reconocerse, es la evolución del resultado clasificatorio o diagnóstico del problema. La facultad principal del hombre es la conciencia de si mismo como persona distinta que existe dentro de un continuo pasado, presente y futuro y que planea su propio destino en el sentido de la autodeterminación.Las condiciones entre la identidad y la auto expresión conduce a un inadecuado desarrollo social, en realidad nos ocultamos de nuestro propio yo, hay que ser realista, superar nuestros errores y rescatarnos a nosotros mismos, a través de la autoconfianza y honestidad lograrémos el cambio adecuado para lograr una reinserción social satisfactoria.

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