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LOS PREJUICIOS INCONSIENTES

 

Por Francis Berti                                         

 Los prejuicios, inconscientes mugres que, influyen en errores en nuestras decisiones, que nuestra puerca razón revolcada en barro, en los otros salpica los prejuicios, inconscientes mugres, que influyen en nuestras decisiones, que nuestra puerca razón revolcada en barro, en los otros salpica. ¿No?, el asesino y la muerte. No tener que trasladarse, aunque tengan que tenerla a su disposición.

 

Ni mis horribles orejas, ni mis perlas como las palabras son de una característica. El odio que provocan nuestras naranjas no me puede aferrarte a nada y, aunque me rodeen por las nubes. No estamos tan barbaros. La venganza nos obsequia el pozo, uno de los lugares más escabrosos. El llamado nos involucra como ángeles de nadie, pero podemos ser objeto de ella. ¿Qué cambió el sentido de la vida? (Lo que sabemos es que la vida, lamentablemente, está cubierta de asombroso complejidad, en el sentido que desde una enseñanza que no da respuesta, descubrí que los miedos se reconocen como lecciones).

 

No nos limitamos a cuestionar con verdad, pero nos limita a no detenernos más en el camino. Se pregunta en cual recurso podemos calmar esta cadena de personas. ¿Estar en estado de intimidación, sed o inconsciente donde las arañas llenan de telas porque ellas no duermen? ¿Lo sabían? Las arañas no duermen. Atrapando a las indecisiones alimentándose de nosotros y vomitándonos vivos como replicas sin quiera darnos cuenta para continuar empantanados creyendo que somos libres y limpios. El diablo nos encierra en el suelo. La araña nos invadió la tierra.

 

El vampiro de la razón ya s la bebió toda. Nos enseñan que se trata de nada más ni nada da menos que de dioses. O alguna señal de regocijo. Yo piso la araña y al cerdo dejo que se le seque el barro para que mueran las garrapatas de la vida, lo cuido a el y me cuido yo. No tengo de tanta sangre recorrida ni un solo prejuicio y todo en mi es consciente. O alguna señal de regocijo. Yo piso la araña y al cerdo dejo que se le seque el barro para que mueran las garrapatas de la vida, lo cuido a él y me cuido yo. No tengo de tanta sangre recorrida ni un solo prejuicio y todo en mi es consciente.

 

 En esa de la que viví a tiempo se ve algo interesante, a la vez hay algo que no me preocupa, en el caso ni siquiera se puede armar un marco, en el caso, no se puede robarlo, se puede no abrigarlo. Todo es posible. Que el caso sea que no se puede robar. Es una de las contradicciones de este mundo, en que me cuido cada uno de mis ojos y ellos los cuidan de mí. Bien, hay que decirlo, formada de travestis en hologramas también, disfrazados del cine. Me quedo con que hay que hacer todo por los que no hay que hacer más. Pero yo soy muy disfrazado de esto, me he hecho un retiro y tengo la libertad de querer ser lo más normal que pueda, si no eso me tiene muy mal. Tenemos que ser felices y tenemos que poder elegir la libertad para el resto de la sociedad. Los errores que vivimos ya los pagamos. ¿Cuántas veces más permitiremos que nos reclamen?

1 pensamiento en “LOS PREJUICIOS INCONSIENTES”

  1. Nos dejamos influenciar en nuestras decisiones por los prejuicios inconscientes, que nos cambian el sentido de nuestra vida.El juzgar las cosas antes del tiempo oportuno, sin tener de ellas cabal conocimiento nos hace actuar sin reflexión ni prudencia,,los miedos se reconocen como lecciones. Mantener factores constantes,como las tendencias de respuestas que buscan los aspectos visibles del ambiente que influyen en el organismo y cambia la conducta de este.. No nos detenemos a cuestionar la verdad, pero si nos limita a no detenernos más en el camino. Tenemos el poder de elegir la libertad para el resto de la sociedad. Ya han sido pagados los errores que vivimos,,tenemos que seguir permitiendo los reclamos, cuantas veces más?Afirmar previa a la comparación de dos o más ideas,las relaciones que existen entre ellas. Formar juicio de una cosa o persona.Interesante Tena. Gracias Francis. Saludos.

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