Ir al contenido

MUJERES DE OTRAS INMENSIDADES

MUJERES DE OTRAS INMENSIDADES

Por Francis Berti

 

¿Y porque razón? que una mestiza de ojos verdes piel morena y cabello negro. Que quiera solo lo que tú quieres. Que no entienda nada de lo que escribes ni lo que dices. Que ella solo entiende el amor en bruto, brutalidad descarnada y desprejuiciada que siente ser amada. Que no haga falta explicar nada porque viene raspada de golpes en la huella de embarradas. Solo quiere tranquilidad. Un lugar seguro donde sentirse asegurada. Un hombre bueno que la lleve del brazo. Que la mire cuando ella mire. Una compañía para el tránsito de los presentes finales. Una musa que no inspire nada, porque solo es ternura. A esta mestiza tendrás que buscarla, no se cruza en la vida, no se encuentra entre tus causalidades. Pero vale lo que pesa por fidelidad genética a quien la salve. Deja que la vida sea solo una compañía. Que tu mente vuele, volara sola. Seguirá creciendo, seguirá redactando las palabras más bellas en las profundidades del universo. De vez en cuando se te anudara la garganta. Te estallaran de cataratas las emociones perdidas. ¡Qué Va!, que todo se pudra en la puta realidad. Ya no hay tiempo. Te comerán las cucarachas que llenaron los vacíos entre los espacios de los renglones ya ondulados de tanto esperar. Eso sí, no olvides que valió la pena, no olvides que le entregaste desnuda tu deformada humanidad si ponerte un precio, como lo hacen quienes quieren de verdad, sintiendo por una fracción de segundo y sin quebrarse ante lo siempre inalcanzable que es la luz dulce. La mestiza llorara, se reirá, te abrazara y jamás te dejara. Te enterrara desesperada de soledad. No sé si te recordara. Que mierda importa. Ahí ya no importa. Ya nada escribirás.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *