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NO AMARRARE MAS, SALVO…

NO AMARRARE MAS, SALVO…

Por Francis Berti

 En mi bote pintado de azul calipso, en medio de un océano de brillos de lunas que es mi único reloj en este innavegable curso que ya conozco de memoria cada puerto de aguas profundas, de monstruos y sirenas más monstruosas. Tome la decisión de amarrar solo y solo cuando aquel que haya recibido mi mensaje en clave Morse este esperando en el muelle vestido de bandera blanca hondeando libertad al viento que dejara la desnudez de su cuerpo sin preocuparse. Una vez alcanzada la besas y sueltas las de, me acuesto en la estancia donde solo flotas y  hay viento para arreglarme. La clave de ahí es no llorar, sino mirar y mirando que dialoguen los ojos.

 Las dos máquinas que me trajo hasta aquí, en este siglo ¿quizás su viaje?. Una de otra, luz que ahora limpio su piel cubro sus bellos, un centenario de agua, brillante y desnuda. La máquina de mi razón huye de las pasadas pruebas de la competencia. No compito. Soy. Tras varios intentos ha sido suficiente. Su encargo más confidencial. Sigue fijado en mis dedos y mira el mar que vive sin juzgar ni juzgar sobre mí. Seguimos. Esto se complica y siempre queda más luego. En ellos parece que no les interesa mejor que yo lo que puedo hacer para obtenerme un triunfo. Ahora tengo otra máquina razonable que guarda cuadros.

 Una máquina seductora que me traerá de más a más, donde olvidar nunca. Una máquina que no le preocupa el tiempo, al ponerse en movimiento, sino la exploración en el tiempo. No será el final de aquí, pero esta es la parte final. Lo que decía sea que hace tiempo cada día me gusta venir. Hace tiempo que me encanta la carretera de mareas en nuestros ojos. Y, más sobre todo, el efecto, es la vieja razón de que había que juntar a que nosotros teníamos. El camino es otro. Solo unos pocos más que nos desfilaron luchando y, esos chasquidos que tanto nos parece y no las somos ni nunca somos, caminamos a pocos metros a tientas de tentaciones, esas.

 Así que está, seguramente, seguro, no iré a buscar nada. Mucho menos a ver lo que es hoy. Así que aquí es aquí, lo tengo y lo quiero. Así que este año no olviden a su amada máquina. Ya sea que vayan de a poco, como así lo prometen, o que la máquina me traiga de más a más, como así me quiere. Así que estoy cansado de amarrar, y que no haya recibido el mensaje. Lo que no tengo es que no lo olvide. Ya estoy con ángeles que nos han entregado el tiempo, el esfuerzo, el esfuerzo de esa corriente que dijo que todos nos vamos de la antesala.

 Y si, no esperare la marea alta, me hubiese gustado que estuviera esperando y me hiciera encallar en sus brazos. Queda que venga. No nos olvidemos. El sonido que a veces olvidamos. Pero por algo siempre está presente. A veces quedan una parte importante de esos héroes que nos entregaron y que son los que no se olvidan de aquí. Esta no es una frase casi segura, es una línea firme de lo que vamos a hacer nosotros: lo que vamos a hacer conmigo y con la máquina razonable que está ahí. Pero ya no echare amarras  si no esté allí.

 Contare nuevas lunas y seguiré enviando con mi antiguo telégrafo aquellas palabras en clave Morse. No tienen que contestar, solo déjese ver que están en puerto de blanco. Yo sé reconocer. La vida que se le da a un ser humano es un tiempo de transmisión, el cual se cambia. Pasa lo mismo, uno va tanto para intentar ver, que desaparece para hablar. Pues si algo es así es, no hay que cambiar la vida, tienen que cambiar el tiempo. Por eso solo alguien debe resolver que donde esté, puede estar.

 No creo, que la máquina racional esté llena de apuestas. Estamos muy cerca de ciertas conclusiones y aunque no son las que todos  queremos, somos la vasta esperanza que pueda representarlas a cada uno de nosotros. Porque la máquina más ideal es la más real. Por eso se siente tan perfecta a mí. Las verdades son comunes, o no pueden ser de otros géneros, son casi imposibles de evitar. Nos hemos transformado en su similitud. Todos los otros tienen las mismas mentiras, y se inmortalizan en ellas.

 De por sí es posible la verdad. Cómo podemos responderle a los justos. Los demás se desvirtúan a sí mismos, creen que sí lo son, y se quedan cegados por los hechos que ellos creen que hicieron. Algunos van a culpar a la máquina por los errores que cometieron, pero que no lo hicieron. No amarrare mas mi bote azul calipso, si no hay alguien allí que esté libre, de blanco y dejando que el viento la ondee.

1 pensamiento en “NO AMARRARE MAS, SALVO…”

  1. Hola. No amarare más, salvo……muy intensa tu publicación, la filosofía en toda su expresión. Aprovechar el ser, dejar de buscar, las claves del camino están ahí, aprovechemos la libertad de la razón,ya la tienes, buscas una forma que te lleve a ese camino que quieres, tú sabes cual es tu motivo, no existe la casualidad es causalidad, conoces de memoria la profundidad de tus pensamientos, las sombras y todo
    Lo que te hacía mal lo liberaste, has llenado todos los vaciós que han quedado en tu mente con una historia vivida y aprendida, que ha dejado cicatrices, si, las suficientes , algunos van a culpar a la máquina por los errores que cometieron, pero no lo hicieron . No amarraré más mi bote azul calipso, sino hay alguien que esté libre, de blanco y dejando que el viento lo ondee.Yo si
    Me subo a tu bote, recibí tu mensaje en clave morse.

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