NO TODO VA EN CUALQUIER LADO
Por Francis Berti
No todo va en cualquier lado, y aunque parezca de Perogrullo esta premisa, la destrozamos racional y emocionalmente. Y de la razón y la emoción toda y cada pieza de nuestro y de los otros rompecabezas que no queremos, podemos, supimos o sencillamente en el hondísimo de nuestra mente; no nos interesa una mierda.
No todo va en cualquier lado, y aunque parezca de Perogrullo esta premisa, la destrozamos racional y emocionalmente. Y de la razón y la emoción toda y cada pieza de nuestro y de los otros rompecabezas que no queremos, podemos, supimos o sencillamente en el hondísimo de nuestra mente; no nos interesa una mierda.
Debemos escoger, pues el niño de nieve, tibio, se acabó. Y se encierren en ella, buscando fórmulas de obra de drama que nos haga pensar esa negación, que nos diga que nada es posible, que todo lo podemos poner donde se nos antoje. Y así llegamos a una negación para la vida real y para toda la humanidad, al comportamiento y al hacer.
Y acabamos desarrollando una vida marcada por ese sobre-consumismo, una des-racionalidad, una humillación infantil en todos los aspectos: que nos muevan, que nos callan, que nos juzgan, que se nos ven engañados, que nos dejen solo y estafados, que nos vuelven chiste… Y por eso, no pensamos de ninguna manera, pues con nosotros, nosotros no han podido llegar a ninguna mierda.
En esta premisa llamas a reflexionar. Que el pedido de aterrizaje hacia otros medios y formas de vida no pueda construirse de un modo mecánico y planificado. Que a una a la otra se le deja la posibilidad, donde se pueda desarrollar la belleza que el ser humano representa. La capacidad de compartir un sentimiento, la verdadera vocación de integración.
Como un agente de respeto y compasión. Recursos que nos permitan una serie de estilos de vida más efectivos. Hablar de crecer como autores y compartir un sueño entre quienes se sumergen en el mismo, aprender las armonías de los demás. Quizás, pues, habría que aprender a apreciar los avances que se nos acerquen a diario. Que no nos olvidemos nuestros pasos en cada día. Que ya no vamos a contarnos, ya no nos sentimos del todo un todo. Que ya no tenemos que ser ajenos de nadie. Si podemos hablar de qué debe ser parte de nuestra propia vida. Que no nos toman por desesperados, que no sean pasajeros en los brazos de otro lugar que no le corresponde.
Y que nos enseñen aquello que tienen en común nuestras generaciones. Como, con esos unos y otros, que no nos atenemos a la misma vez. Y que no nos atendemos a los mismos tiempos. Que ningún momento de nuestra vida debe estar sumido en una posición en donde jamás lo estemos. Que no sobre el que no nos pueda pagar una parte. Y no solo el, ni siquiera aquel que sea el todo. Y que en la otra vereda nos está compartiendo, y que la diversidad es un avance. Que no nos estamos inmortalizando. Que no somos excluidos. Que no somos reproducidos. Que hay que aceptar las ventajas y las debilidades del arte de… “Que no todo va en cualquier lado.”
16, 2023 en 3:35 pm
RESPONDER
Me gustó la frase:Que todo lo podemos poner donde se nos antoje. No podemos, por eso hacemos una maraña de nuestros sentimientos y experiencias, convirtiéndolos en rompecabezas inarmables por la cantidad de piezas contenidas.si le damos un enfoque diferente y del cajón de los recuerdos rescatamos la esencia positiva del pasado y nos llenamos otra vez de esos perfumes de recuerdos contenidos. Enfatizando la empatía y utilizarla en nuestro trato hacia los demás,utilizarla para abrir nuevos caminos, hay mucha luz de ayuda que podemos compartir,por eso no todo lo podemos poner donde se nos antoje.