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PALABRAS ACOMODANDOSE SOLAS

PALABRAS ACOMODÁNDOSE SOLAS

 

Por Francis Berti

 

 

¿Dormidos?. Se mueven sutiles de reflejos sueños venideros, sueños añejados, sueños desanexados. De todo aquello que no se ha perdido. Una almohada susurra historias de ciegos que sin ser vistos entraron abiertos por la ventana arrebatados volando blancos. Taza blanca de café negro. Festejando sueño dibujado, día que vaya a saber porque para restaurar algunas de esas vivencias necesita acelerar el proceso. Están los sueños de esperando a los despiertos.

 

No les importa hacerlo porque la belleza es invisible. Y al día siguiente la polenta de las tazas grises de caramelo. El suave dulce a de la vela da. Las cosquillas y el cielo azul le mueven más que el colmo de arroz o el flan con queso fresco. Proscripción. Al ver la luz de una fiesta. Un ritmo ácido. Los alimentos grises de la familia, los peces, los pollitos. Un mensaje secreto. Todo lo contrario a cualquier creer cómo todos somos iguales, iguales al dinero, al alcohol, al egocéntrico amor o al mal lleno de cosas. Baja la luz. Sobre la sartén que apenas hace un quejido. Difícil que resalte en línea. De acceso a un gato para alzar el puesto de cabeza, por algún elegante engaño. Le ganamos siempre. De a la menor fortaleza de la boca se prenden los cigarrillos. Herencia del menú habitacional. De una realidad que no puede ser explicada por un cuerpo. Un deseo impaciente que incluso se pierde cuando esté para quebrar.

 

 

Mi piel sube a algunas cejas con el trago. Para plantar brazos en el olvido. El encanto más grande que puede aparecer. Como una oportunidad que nadie sabe nadie lo encontraba. Escuchando conocer la mejor energía de la zona trasera del hogar. La audición que desemboca en el hipnótico resquicio de un viento que desbordan los anillos. Sonreír. Amar a amar y no soltar las fórmulas. Sonreír sin nunca abandonar. Estamos en llamas. Poco de invitación. Vuelta conseguir la de una bella negociación. Hasta que el abrazo decida quién debe vivir. La rapidez que les permitirá salir del lugar.

 

El recuerdo del frío. Con el vuelo que le llevó a regresar del mundo antinatural. Presencia de una fuerza extra de estrellas dispuesta a romper un viejo pacto. Sonreír caminando, cuando es a la mejor manera de ganar la vida. Volver al encuentro, al final. Después de tantos miles de días de sobra. Sobre los andares cerrados de una cuadra. Sonreír en una canoa pero sin el cielo. Desde el desierto. El sol que no cesa. Por mirar hacia que todo puede suceder. Revancha al unísono que no tiene excusa. Los dioses ayudan a quienes no desean la facilidad de lo transitorio y sus vidas y nombres. El ruido se aquieta. Sonreír que no sea de vivir ni de perder uno de los mejores esfuerzos.

 

 

 

 

 

 

1 pensamiento en “PALABRAS ACOMODANDOSE SOLAS”

  1. Todo lo que hacemos, pensamos y sentimos no lo olvidamos,recordamos hasta la última palabra y el último hecho. Todo lo vamos archivando como fichas en un lugar privilegiado del cerebro.Soñar y la liberación del inconsciente se da mientras dormimos aunado a la regeneración celular que tuvimos en el desgaste diurno. Soñar nos mantiene con vida, nos hace liberar sentimientos negativos, vivir fantasías y alcanzar realidades. Estas funciones siguen dándose en el día, en menor propocion y nos permite soñar despiertos.Soñemos para liberar, vivir, autorecargarnos, reprogramarnos, retroalimentarnos, para lograr una mejor realización personal.

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