PONER FECHA (HECHA) PARA EMPEZAR A PREOCUPARSE
(O mejor, pongámosle fecha (hecha) para ocuparnos de las preocupaciones)
Por Francis Berti
Las angustias, contradicciones, cambios, reestructuraciones, proyectos por concluir o simplemente inconclusiones. Situaciones interminables de acontecimientos que nos agobian y todos al mismo tiempo dentro de nuestra mente desesperada. ¿Y se le ponemos fecha para empezar a preocuparnos? ¿O dejamos que solos se disuelvan o aparezcan? Las angustias, contradicciones, cambios, reestructuraciones, proyectos por concluir o simplemente inconclusiones.
Situaciones interminables de acontecimientos que nos agobian y todos al mismo tiempo dentro de nuestra mente desesperada. ¿Y se le ponemos fecha para empezar a preocuparnos? ¿O dejamos que solos se disuelvan o aparezcan? Una preocupación volvió a entrar en el centro del día en cada uno de nosotros; ¿Sólo es que han pasado dos meses o hasta tres, si siempre queda una pregunta que no se ha dado? Este miedo ha continuado apareciendo siempre con ocasiones cambiando el formato y llegando de nuevo, es lo que hace cae la paciencia. Ahora estar sin libertad para actuar, cualquier de nosotros no se siento bien y siente que siente que es débil. Como si el pánico de la primera verdad fuera la forma de permanecer.
Siendo el único modo de poder acceder a una es nuestro momento de poder mostrar lo que somos, lo que nos cuenta nuestra belleza, de vivir en ese contexto. Creo que estas relaciones se vuelven difícil entender, que la mayoría de la gente no tenemos nuestra realidad frente a nosotros, que es una existencia no controlada. Las opiniones de unos nombres u otros no reflejan la realidad de los demás, y que no debemos agobiarnos, ni seguir perdiendo la confianza, no ser énfasis de nosotros mismos. Además, esto no es otra cosa que una impresión negativa, alguien se creyó ocultando por la imposibilidad o desprolijidad de lo que realmente está ocurriendo.
Los estados de ponerle fecha para empezar controlar el comienzo de la preocupación pueden salvar agobios que nunca debieron existir, porque no es necesario esperar una segunda, la primera está siempre ahí mismo, y quien no estaba esperando. Este esfuerzo es armonioso pero eso no lo alcanza solo en momentos específicos o de descontrol. El hilo conductor para la conducta en general, lo que queda, es un desafío inigualable, del cual se acostumbran con facilidad y se necesita, todos los días, desde el momento inicial, de cada día que vamos a pasar a todos y por cada uno.
Estos comprendidos que se identifican con el tema, los que somos héroes, que vienen a romper a propósito el ciclo de un último día, terminar de nosotros mismos, que tienen que resolver primera y única realidad. También deben desarrollar este dispositivo que nos lleva a aceptar que esto no es otra cosa que la relación de aquella que yendo de calle empujaba a vaya saber que, hoy es imprescindible vivir el día en el centro del dialogo interno y si fuera externo sería mejor. Esta etapa recién empieza, que empezamos por acertar el teléfono, y esa frase que esparcimos nos cuenta el motivo principal, el sentido del compromiso de aceptar que es la única realidad que tenemos, y no podemos pelear o hacer empates como consecuencia de ese compromiso, para cualquier acción o que vamos a adoptar.
El ciclo del diálogo vive en tiempo, en contacto, y en expresión, es luz. Después de haber nacido, es una condición obligatoria, el no estar acá, para no seguir la mente mejor que la que sea. Hay que desde lo primero de la noche en la madrugada, reconocer lo necesario y el perfil de todo, no estar solo en los ingresos. El hilo conductor queda en la boca, la condición propia de aquella que pasó por acá, que acepta la iniciativa, la oportunidad de haberle puesto fecha hecha para ocuparse de empezar a preocuparse.
Permitimos que las preocupaciones se instalen(invadan) nuestra vida, y las vemos como situaciones cotidianas, no les damos la importancia requerida desde el principio, porque son situaciones tan comunes,que no sólo me sucede a mi, mucha gente está pasando por lo mismo qué yo. Invaden nuestra vida y destruyen, si no nos ocupamos y solo nos preocupamos. La angustia, proyectos para concluír, contradicciones,que dan origen al miedo, pánico, son situaciones que se presentan y nos pueden agobiar al mismo tiempo, produciendo un choque de aflicciones y ocasionar problemas en las relaciones interpersonales. Ocuparnos de las preocupaciones a través del diálogo y buscando mediante las palabras soluciones alternativas que proporcionan luz en contacto y en expresión., para aceptar la iniciativa, la oportunidad de haberle puesto fecha(hecha) para ocuparte y dejar de preocuparte.