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POR LA ESPALDA

Le dispararon por detrás….Había sido la trama de odiosas locuras visuales de distintos ojos que solo pudieron amarla incansablemente solo observándola. Se vengaron. Asi cayó boca abajo sobre tierra negra. Lo exclusivo de ella es que había logrado anular todas fuerzas de las contingencias, quitándole asi, todo su sentido. De sus labios emanaba miel verde, quedando enaltecida hasta un sublime puesto, el mío, ya exiguo de la nada.
Ingerida por el recuerdo de su aliento, que se colaba hasta sus huesos. Una gota amarilla, proveniente de su ahora siempre anhelado y temido deseo, se deslizó hasta sus pies…Nunca había existido más que ella…perfecta a mi ser…y de haberse logrado ponerse a salvo. En mi deleznable profundidad soy un Tannhäuser siento brotar las hojas en el bastón papal en su eterno camino de atracción…apareciendo ante mis ojos ciegos la sentía…la siente como una inexplicable razón en una niebla azul.
Casi como una proyección de sus vivencias más profundas….un sueño, tal vez… ¡Dios! ¿Qué sería de ella? —preguntó, como si quisiera encontrar la manera de traspasar ese muro invisible que la separaba del mundo real. Por primera vez los nublados recuerdos se hicieron presentes y recordó aquel día en el jardín, cuando le habían explicado que al morir una persona no se desaparecen los recuerdos y el cariño que existe por ellos. El pensamiento le había llevado a descubrir el secreto para protegerse del daño físico: Cuando te toque partir debes transmitirle a tu cuerpo todo tu amor para que este siga vivo en tus pensamientos. No sabía si era cierto pero así lo había hecho siempre; y funcionaba. Me pregunté…Recordé…Y ahora sentía.
Jamás ha sido tan acendrado como hoy. Existen múltiples formas de expresar esta búsqueda de lo que nos falta para ser perfectos, pero todas son el reflejo del mismo sentimiento: “la falta”. Es decir la incompleta totalidad con la que nacemos.
Y en un ápice de una montaña que se hundía en un cielo de algas…yo…sin poder ver…la imagina flotando en todo su esplendor inaudito…mágico…acercándome ese latido que solo yo sentía…para seguir creyendo que una patina de amor nunca muere…

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