¿QUE ESTOY HACIENDO AQUÍ?
Por Francis Berti
Siempre me lo pregunto. Muchas veces. Siento y me veo sacándole lustre a un cartoné cono si estuviera escuchando la voz repetitiva del contestador automático diciéndome” aguarde un momento, en breve será atendido, aguarde, aguarde, aguarde hasta el final de los tiempos” Las líneas estas ocupadas. Siempre están ocupadas. Soy un imbécil en la puta realidad con cara imbécil. Ya estoy demasiado viejo y mis arrugas sin arrugar se emancipan.
¿Que estoy haciendo aquí? Entrar y encontrar, observar silenciosamente lo que segura se me escurrirá de entre lugares y distancian repitiéndose una y otra vez… con la puta voz de…aguarde, aguarde, aguarde… sacar numero en una sala donde el único soy yo. Segundo de segundo, primero de segundo que te hacen creer que eres el. Primero. Nuevas y tecnológicas variedades de aislamiento multitudinario de bañeros sin mar y playeritos lagartos.
Me preparo un te de polonio, pero no me atrevo a beberlo. Mi única amenaza soy yo mismo que después de muchos años mi teléfono análogo de baquelita negra comience su música campanilleada y trato de seguir su ritmo Solo llena los espacio y huecos que va vaciando mi mente muerta y sedienta de completar alguna callosa idea que rompa el tedio. Tedioso tedio de aquel aguarde, aguarde, aguarde…ya será atendido.
Quizás debiera convertirme también en contestador automático de boludeces tergiversando las palabras, deseoso que me echaran a la calle donde continuaría en búsqueda de un charco donde lavar mis pies. Pero insisto en el valor y la autentica estupidez de creer que estos pisas de pinotea no tienen astillas. Son mis costillas clavadas las que me recuerdan quien soy.
Recubiertas por la extensa piel que debiera ser suficiente pero no lo es, le falta una capa de pintura ajena entrecruzada en el día nocturno cuando los bichitos de sol no te ven ocupándose en el maltrato cotidiano de los huecos cotidianos, aquellos pozos que inexorablemente se comienzan desde arriba ¿Qué ironía, no? Crees estar en lo alto, no, ya lo aprendí hace mucho tiempo.
Lo bueno de no saber ¿Qué puta estoy haciendo acá? Es un buen comienzo. Me da el cosmológico estado de continuar sin esperar, o sea… aguarde….aguarde….aguarde…
Que estoy haciendo aquí?Situacion que se presenta repetitivamente, en espera de ser el primero, me engaño porque soy el segundo del primero, en tanto el contestador automático me ordena: aguarde, aguarde, aguarde, situación que se hará repetitiva hasta el final de los tiempos.Entrar y encontrar, observar, silenciosamente,sintiendo que lo que seguirá se me escurrirá entre lugares.Comprendí que mi
única amenaza soy yo mismo. Esta activación o inhibición de manera prolongada, inflexible y a menudo inapropiada, esperando la respuesta de Que estoy yó haciendo aqui?se transforman en un patrón fijo de respuestas en mi sistema nervioso, estableciéndose una compleja interrelación que a lo largo del tiempo se establece, es un buen comienzo el no saber, me da el cosmológico estado de confirmar sin esperar o sea; aguarde, aguarde, aguarde.
Buen cuestionamiento; Que estoy haciendo Aquí? La respuesta está dentro de uno mismo. Gracias Francis. Saludos,