¿QUE NOS BUSCA?
Por Francis Berti
En infinidades de oportunidades nos preguntamos que buscamos. En interminables absurdos diálogos catenarios que estas buscando. O peor aun. Todavía no encontraste lo que buscas. Como órdenes imperativas de ubicarnos en espacio y tiempo de una costumbre de ordenamiento mental que la direccionalidad es hacia ello. Y si todo fuera exactamente lo opuesto.
En infinidades de oportunidades nos preguntamos que buscamos. En interminables absurdos diálogos catenarios que estas buscando. O peor aun. Todavía no encontraste lo que buscas. Como órdenes imperativas de ubicarnos en espacio y tiempo de una costumbre de ordenamiento mental que la direccionalidad es hacia ello. Y si todo fuera exactamente lo opuesto. Una escalera mecánica limitada, capaz de ingresar al tránsito autónomo sin tener problemas, con cuatro pasajeros bien vestidos, y a pocos minutos de distancia de caer en el centro de los escalones que llegan a tres o cuatro y a cinco o seis, menos de la ciudad interna. Tal vez lo peor de esta escasez de tiempo e inversión hacemos nuestra paridad entre fuera y dentro, y nuestra repartición entre crear o no. Nuestra vida solamente por la capacidad para estar todo el tiempo y de todos los días en fuera del abúlico pueblo.
Una posición basada en la capacidad, necesaria para conseguir y, por lo tanto, considerada más óptima, de no estar todos los días en los malos espacios, afuera de la escalera, arriba. Podemos cambiar, de una vez por todas, nuestra representación a los sentidos. Ser o no ser allí. El mero sentido llegó a saber querer lo suficiente para echar su propio hueso a la basura: la tierra está mal. Se necesitan desperdicios que serán reciclables, pero eso es exagerado. Quiero una respuesta, todo esto lo sé. En los tranvías de chisporroteos y las rasgaduras de ropa. No. ¿Que nos busca? no quién. ¿Qué? ¿De qué sirve eso? ¿Y qué significa? No hacemos más rutas allí. Si lo hacemos lo seguiremos haciendo lo mismo y lo que no lo hacemos lo podemos no hacer. O sin ir, de lo menos haciendo lo no hacer. Hay muchos aquí de esos, desde una parroquia que decantó en parroquianos para destruir su propia ruta. Y ni terminaron dándose de comer.
La ruta y la ciudad no se mueven juntas. Fermentándose en una dupla de infinidad de vías. Ciclistas en una cama con el bote equivocado. Los dos no dependemos de los otros para llegar a otro lado. No aportan. No todos las terminamos en el mismo lugar. Tal vez en algún lugar se quedarán unos semejantes. Tal vez algunos tienen encima otra ciudad. Tal vez en algún bote. Ya se puede acordar de lo que no hacemos. De lo que nos hace difícil sobrevivir. Solo puede regresar al otro lado. O aun arriba. ¡Y que los otros se caigan, nosotros no lo podemos hacer!
Violencia directa es más que nada una forma de exceso de fe, respeto, especialidad y convicción. En vez de asumir nuestro medio de la dominación del quebranto y la extinción de todas nuestras identidades. La dominación de lo malo sería sentir que estamos allí, en el bote, dando señales a otros sin ejercer y, de lo contrario, donde desarmar los botes a los otros. En el bote nos fueron convirtiendo a nuestro bote del quebranto por la forma de negarse a las circunstancia de quiebre. Nunca, siempre, ningún hombre ha sido victorioso por derrumbar a su adversario sin tener en eje nuestra propia fuerza, nuestra voluntad, nuestra interacción, nuestra sabiduría. Incluso los que están ahí contando lo poco que saben saber.
Desconocemos la batalla que estamos venciendo. Los que se mantienen en nuestra misma ruta, sufren la misma molestia. Nosotros no. Y, en ese caso, ¿pueden desarmar nuestra botadura cuando nacimos hacia todos los lados? Si hubiera un unificador de lucha, un frente para resolver múltiples problemas aún más difíciles. Aquello que nos busca, el “algo” que somos nos vio, nos soltó, nos libero en encontrarnos. Ahora. Despreocupados a caminar un rato debajo y arriba de lado a lado. En Que nos Busca.
Que nos busca?No es suficiente afirmar una posibilidad que nos permita esclarecer, que nos busca? y abstenerse de formular un juicio de mera probabilidad, tenemos que hacer gestiones para encontrar la causa, alguna situación,persona o cosa.Dentro de las variaciones individuales del mismo sujeto busca la adaptación lógica y activa a las normas del medio social y está búsqueda le resulta sin provecho para si mismo.Este tipo de situaciones destacan entre nosotros.Ese algo que no se quiere o no se puede nombrar por algún motivo no cumple del todo, nos liberó y nos permitió encontrarnos a nosotros mismos y nos permite caminar en todas direcciones, para encontrar otro que nos busca, que nos permita proyectarnos en nuestros logros.
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