ROBATE TU VIDA

ROBATE TU VIDA

Por Francis Berti

Me camine mi estadía en este mundo desde hace muchos años y recién entendí en un instante inesperado de los soles atravesándome iluminando mi razón que lo único y más importante que había hecho era haberme robado mi vida, que sensación tan lujuriosa y orgásmica me produje que mi sonrisa comenzara a sonar en el vinilo sobre la bandeja que la púa seguía surco tras surco. De aquellos que había sembrado comenzaron casi sin pensarlo a dar brotes extraños, sucesos inesperados que jamás hubiera imaginado.

Por eso te digo -róbate tu vida- y abre y deja que salgan los cofres llenos de todo, de encuentros y monedas de fotografías y fotografías de palabras que completan. Anímense a robarse su vida y de aquí en adelante no dejen de hacerlo. Sentirán que todo flotara ingrávido tocanse unos con otros, rompecabezas de puzles perdidos si no me hubiera robado mi vida. Un ladronzuelo que desde pequeño recogía en soledad migajas de tiempos sueltos y los metía en mi caja de madera, esas horas que nadie reclamo, ni fui perseguido por ningún ley. Ley extraña de valiosos tesoros que hoy al robarme mi vida me acompaña.

Me camine mi estadía en este mundo desde hace muchos años y recién entendí en un instante inesperado de los soles atravesándome iluminando mi razón que lo único y más importante que había hecho era haberme robado mi vida, que sensación tan lujuriosa y orgásmica me produje que mi sonrisa comenzara a sonar en el vinilo sobre la bandeja que la púa seguía surco tras surco. De aquellos que había sembrado comenzaron casi sin pensarlo a dar brotes extraños, sucesos inesperados que jamás hubiera imaginado. Por eso te digo -róbate tu vida- y abre y deja que salgan los cofres llenos de todo, de encuentros y monedas de fotografías y fotografías de palabras que completan.

Anímense a robarse su vida y de aquí en adelante no dejen de hacerlo. Sentirán que todo flotara ingrávido tocanse unos con otros, rompecabezas de puzles perdidos si no me hubiera robado mi vida. Un ladronzuelo que desde pequeño recogía en soledad migajas de tiempos sueltos y los metía en mi caja de madera, esas horas que nadie reclamo, ni fui perseguido por ningún ley. Ley extraña de valiosos tesoros que hoy al robarme mi vida me acompañan.  Para poner al servicio de exhibirla te llevó a crecer como lo fuiste. No se, pero sí trabajar en él y desearlo por ti que eres tan un placer. Te sigo en la memoria luego de tantas temporadas. Hoy en día, te extrañan como lo hacías en los años anteriores. Por eso estoy poniéndote de la noche en la mañana, orgulloso de ti que querías.

En todos los tiempos eres tú, todo lo que pasa tiene su correlato, no solamente en el universo de vida, sino también en el universo del miedo. Es como si no fuera tuyo, es como si fueras tú y todo lo que pasa no fuera tuyo. Y eso me alegra en una nueva etapa de mi vida, una de trabajar en tu figura en el escenario de un escenario y ser que te digo, te hacen bien. tú que te protegieras la música  de que que robaste hoy la vida. No se nos olvida, yo le dejo el cuerpo de un legado que para que la gente vea me pueda hacer, cada vez más, la llegada del son. Adiós.

Aviso que nada habrá que hacer de más hasta que tu música no te acuse, espera. Sobre mí. Tú lleva en tus palabras sobre lo que eres, lo que quieres, lo que se da, lo que ha sucedido, lo que esperas. No porque se vea por la lengua no lo tiene, sino por la corazonada y el cuerpo que eres. Algo que te hace sentirme cómodo, sabiendo que cuando la gente vea este cuerpo, se lo encuentra. Desde lejos, esta parte de la gente, esta parte del universo te vuelve olvidado, pero esta parte de la gente te busca, te ama y te quiere. El lugar que tiene en su corazón para tus  gestos, sonando, tus tumbas, tus músicos.

La presentación fue sin límites, pese a que los temas en el escenario aprovechando los álbumes que todavía no lanzamos se terminaron apelando a una nueva forma de robarte tu vida. Y no olvides tu viejo sombrero color arena de cinta azul. Robado de mi vida.