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SE AMABLE

Por más enojado o molesto que me sienta, debo ser amable con el paño donde pinte, por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con el papel donde decida escribir. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable principalmente con la piel del otro que desee tocar.

Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable en el estómago del otro que desee tocar. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable en el cuerpo del otro que desee saciar. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con el aliento del otro que desee respirar. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con la mente del otro que desee ingresar. Escribo esta entrada en mi callejón personal. Es un lugar donde más escribo. Sé que puede molestar porque no se trata de una entrada que le guste a la mayoría, a los que más le gusta son los que se han enamorado de mis callejones personales, de mis reflexiones personales, de mis emociones personales. Pues bien, las escribo como las pienso, las escribo como siento, las escribo como me va dando la gana. La mayor parte de estas las pienso y escribo en con la puerta abierta, sin más compañía de aquel que desee entrar.

Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con el camino que desee caminar. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con la ropa que desee vestir y por más molestos o enojados que nos sintamos al encontrar un momento de paz, debemos saber dónde es tal lugar y agradecerlo. Aquél día decidí no ser más molesto ni enojado, si alguien me pedía algo y yo no estaba de acuerdo, decidí darle la razón a quien me la pedía. Muchas veces nos quejamos por las cosas que deseamos y no obtenemos. Otras tantas nos quejamos por aquellas cosas que hemos perdido y deseáramos recuperar. Cada uno de nosotros tenemos una manera de ver la vida, cada uno de nosotros tenemos una manera de interpretar lo que nos sucede y de decidir si debemos ser molestos o enojados.

Nuestro mundo es tan amplio, tan variado que es imposible satisfacer a todos los seres humanos, algunas veces para disfrutar de la vida necesitamos estar en paz con nuestro interior y dar gracias por el momento presente. El momento presente es el único tiempo que podemos disfrutar del verdadero valor. El tiempo pasado nos da buenos recuerdos y el futuro nos puede dar muy buenas esperanzas. Todo esto lo he aprendido en los últimos años. Los años pasados los dediqué a ser molesto y enojado, ahora me doy cuenta que la vida tiene tanto de paraíso como de infierno, depende de cómo la veamos.

Y si me molesta tanto lo que estoy haciendo, dejo de estar enojado. Tengo la obligación de ser amable y basta. Nunca podré ser superior a lo que quiera decir con mis palabras, pero sí igual. Nunca podré ser superior a la realidad que estoy describiendo, ni a la realidad que está en mí mismo.

Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con el paño donde pinte, por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable con el papel donde decida escribir. Por más molesto o enojado que me sienta, debo ser amable principalmente con la piel del otro que desee tocar. Debo ser amable principalmente con la piel de todo el mundo porque estamos hechos de ella.

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