SOLO QUIERO EQUIVOCARME (SENTADO, VIENDO )
Por Francis Berti
El yoismo de los olvidados. El egocentrismo de la vidriera. Los ausentes de regalos no escuchados. Listas interminables de verdades incumplidas. Listas de negaciones acentuadas como verdades absolutas. Artistas repetitivos que se sienten nuevos con cansinas repeticiones. Creadores dormidos en color de la palabra nuevo. El yoismo de los olvidados, un eco hueco que rebota en las paredes de cráneos vacíos. El egocentrismo de la vidriera, un caleidoscopio roto que refleja mil fragmentos de egos descosidos. Los ausentes de regalos no escuchados, sombras alargadas que se arrastran por pasillos de espejos deformantes. Listas interminables de verdades incumplidas, telarañas pegajosas que atrapan promesas marchitas. Listas de negaciones acentuadas como verdades absolutas, grilletes de hielo que aprisionan la lengua y congelan el pensamiento. Artistas repetitivos que se sienten nuevos con cansinas repeticiones, autómatas que bailan al son de una caja de música desafinada. Creadores dormidos en el color de la palabra nuevo, maniquíes que visten ropas de ideas ajenas. La apatía, una niebla espesa que ciega los sentidos, se extiende como un manto de telarañas pegajosas. Los olvidados, marionetas de carne y hueso, se mueven al compás de hilos invisibles, arrastrando sus cadenas de soledad. Las vidrieras, espejos rotos que deforman la realidad, proyectan imágenes distorsionadas de seres atrapados en laberintos de vanidad. Los ausentes, fantasmas que vagan por estaciones de tren abandonadas, esperan en vano la llegada de un tren que nunca llegará. Las verdades incumplidas, cuchillos oxidados que cortan la piel de la confianza, se acumulan en pilas de huesos rotos. Las negaciones, mantras repetidos hasta la saciedad, se convierten en muros de hormigón que impiden el paso de la luz. Los artistas, autómatas que pintan con brochas de sombras, crean obras que se desvanecen en la oscuridad. Los creadores, sonámbulos que sueñan con ideas prestadas, construyen castillos de naipes que se derrumban al menor soplo de viento. La esperanza, una luciérnaga moribunda que parpadea en la oscuridad, lucha por mantener su llama encendida. ¿Podrán los olvidados romper los hilos invisibles que los controlan? ¿Podrán los artistas encontrar la llave que abre la puerta de la originalidad? ¿Podrán los creadores despertar del sueño de la repetición y construir mundos nuevos con sus propias manos? Solo espero equivocarme.
Por cuantos cambios pasa la personalidad, factores diversos la van cambiando y modificando,los modelos de conducta y tendencias van definiendo características de la personalidad en cada infividuo. Listas de negaciones acentuadas como
Verdades absolutas aprisionan la lengua y congelan
el pensamiento limitando nuestra capacidad de expresar y de actuar.La apatía ciega los sentidos y da lugar a la resignación, ser capaces de romper los hilos invisibles que nos controlan,no te atrevas a dudar de lo que vales, sigue
brillando como
lo haces siempre, enciende otra vez la luz de la esperanza que te despertara del sueño de la repetición y surgirán nuevos mundos construidos con tus propias manos. Profunda reflexión muy valiosa, seamos otra vez nosotros mismos
Saludos Francis . Gracias.