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UNA HORMIGA EN EL MAR (¿Y SI ES POR AQUI?)

UNA HORMIGA EN EL MAR (¿Y SI ES POR AQUÍ?)

Por Francis Berti

 

Imaginen……imaginen….en medio del mar una hormiga cargando una gran hoja cortada como balsa. Adonde ira. En que puerto estarán esperando. Hay puertos para hormigas en el mar. Hay binoculares observando el horizonte la verde balsa en un horizonte de semejante travesía equivocadamente correcto. Ella sabe que es por alli. Todos los otros no. ¿Quien se equivoco de camino? Es probable que la hormiga eligiera el propio.

 

Imaginen……imaginen….en medio del mar una hormiga cargando una gran hoja cortada como balsa. Adonde ira. En que puerto estarán esperando. Hay puertos para hormigas en el mar. Hay binoculares observando el horizonte la verde balsa en un horizonte de semejante travesía equivocadamente correcto. Ella sabe que es por alli. Todos los otros no. ¿Quién se equivoco de camino? Es probable que la hormiga eligió el propio. Pero no tendrá que olvidar en los siete minutos que durará esta travesía. Es que el ángel asegura que una hormiga no nace como la hormiga que tiene el corazón roto. El asegura que el corazón de una hormiga no nace dentro del corazón, sino en el ejercicio de valer la pena. Ella ya se encuentra entre las nubes.

 

Dejó la casa esperando. Se siente ahorcada. No vencida. Y si eso es verdad, espera su próximo viento en vivo sin muros. Recuerda los siete minutos que durará su travesía. Asume el riesgo. La cuenta. Desea…desea…desea….nuevamente para ver si ella va bien. En hora nueva aparece la hormiga, despierta y empieza el ritmo, ira y rompe los horizontes a corazón, desde al borde de la cárcel donde es espantada por el hombre. Se cree un viento. Es un viento verde de patas negras flotando con rumbo cierto y desierto. Ella se abre y le pesa contra su espalda y baja. Descansa. La ventana segura la enfrenta. El hombre más lejano se acerca. Fiel se guía. Le cuesta arriesgar y sin embargo sabe que lo único que espera será una cara. Pensar.

 

La mente de perfumes se le ha despertado y se trasmite recién nueva aroma. Ella pone el abrigo en el ojo. No puede levantarse. Por el pelo le aloja el zapato, pero al menos está una oportunidad para decir algo. Luego decide algo entre los siete días sin dormir. Llega un momento en el que la hormiga lucha por aliviar su pestañeo. Se acerca y no es una cárcel. Sabe dónde es y el hombre está cercano. Los otros no lo conocen. Se acerca con el pelo roto que se vuelve naranja. Es y aparece en su lugar. Se acerca más, más, más. Ella se dirige a otro tiempo marcado en el tablero ya es momento de darle un abrazo, de decirle lo que le pasa. Dara un abrazo de amor. La hormiga no puede ser por no tener los venenos. Nunca ha estado con hombres así y si de todos fueran siempre así se la llevarían. No sabe lo que pensará al final del regreso…El viento con sabor rosa es largo, descenso por sobre el mar y sube sin sentido. El cielo tiene un mar oscuro y agua que parece agua fría. Un poquito más le vuelve y queda. Sus ojos parecen un ojo y nada más que eso. Pero son eternos. Un colchón invisible. La cama es enorme. Le vuelve los sentimientos de por medio y y los siete minutos terminan. Navego, floto, se guio. Llego.

1 pensamiento en “UNA HORMIGA EN EL MAR (¿Y SI ES POR AQUI?)”

  1. El camino que escogió la hormiga si era por ahí, su confianza en lo que era,llegar a un lugar seguro, le da la seguridad en sí misma para lograrlo y no claudicar, superando con inteligencia, creatividad y esfuerzo ,llegar al lugar seguro donde ponerse a salvo. Esos siete minutos que duró su travesía valieron la pena.

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