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MARGARITAS REBELDES

Por Francis Berti

 

Todos necesitamos una conexión aunque más no sea una margarita rebelde, que nos lleve y nos traiga, que nos esconda y nos muestre. Que nos olvide y que además nos lo diga. Que perversidad antigua de conexiones modernas. Te deshacen pétalos.  No miremos más. No escuchemos más. Necesito que me rocen. Pongámosle el cuerpo contra cuerpo. Y veamos si resiste. Alli en el arrastrar los pies y tropezar en los cordones de las esquinas que todavía desatadas no las vimos.

 

 

Todos necesitamos una conexión aunque más no sea una margarita rebelde, que nos lleve y nos traiga, que nos esconda y nos muestre. Que nos olvide y que además nos lo diga. Que perversidad antigua de conexiones modernas. Te deshacen pétalos. No miremos más. No escuchemos más. Necesito que me rocen. Pongámosle el cuerpo contra cuerpo. Y veamos si resiste. Alli en el arrastrar los pies y tropezar en los cordones de las esquinas que todavía desatadas no las vimos, que las gusanías tienen todavía más resistencia y seguirá ganando sangre con una niña  en la cabeza. Nos mirarán, no sólo para ver si podemos, sino para ver cómo reaccionamos.– Y te diré, como siempre, que mi gente, están, cuando se olvida de mí, los me sacan del corazón y los salen sin saber cómo moverse. Así que si me olvidas y miras en frente, no te digo “No, también”, sino “Te quiero”, porque también me reí un montón antes. Ese comentario, me da la sensación de haber escuchado y mirado.

 

 

El ahorro de mi año en el trabajo, el ahorro de mi dinero en el bar, el ahorro de mi vida en el espacio que compartí, ese es mi año de siempre. – ¡Cuando ya no te mueves! El deseo no se quedó, nos dio vueltas y se fue más a fondo. Es mi deseo, no el de todos, sino solo yo, al que no le duele más salir. –Tengo que hacer una lista. Elijo que te lo digas vos, que sí. Elijo que  me pongas donde quieras, y no me muestro como el único, ni como el más. Ni tan solo yo, ni tan solo usted, no somos los únicos transitando hacia allá. No hay personas iguales, compatibles lo que tenemos haciéndonos a nosotros mismos, y a los otros seres. Ahora todos quieren entrar, pero siguen deshojando la margarita rebelde “Me quiere” “Mucho” “Por menos” ” Nado y nado” ” Ni un pétalo más” ¿Rebelde? o la puta realidad. Pero nosotros no queremos eso.

 

 

Queremos una historia hermosa. Todos somos. Podría más que todos. Si como le decía en la época de todos los años, no queremos otro, nadie. Podría volver a ser yo. Esa lucha y el deseo son siempre lo mismo. ¡Años no es nada! No es más. Aunque la tierra olvide y hasta aleje, quienes nunca olvidan, siempre vivimos dentro del cielo y raso cielo. Nunca tengo la excusa de dejar de correr, porque sé que debo hacerlo, y que estoy a punto de caer, porque es cuestión de ganas y dedicación. Invito a todos a correr deshojando Margaritas Rebeldes.

Yo lo veo. Y si la cosa me sale mal, me quedo hasta que terminen las discotecas y cuando no corran ni quieran correr, lo que se mueva va a ser el corazón, y la esperanza y la esperanza no se mueva. No tiene horizonte oscuro, ni oscuro. Necesitamos el ánimo y la alegría del corazón. Al final me quiero. Ya sé lo que hay en este mundo: ni alguien más. Yo, y la gente como ella. No tengo de ninguna otra manera que desfallecer. Se lo hice: a través de mi pertenencia, de mi ahorro, de mi educación, de mi pasión. Me llevo, me fui, tengo mis retos y mis muchas aventuras, sólo quiero ir más allá. ¿Qué estás más entusiasmado con correr que con jugar a doméstico? Se vienen a nuestros pies y tendrán que soltar, se vienen a nuestras pechugas y querernos, las oportunidades que desearíamos, van a llegar para nosotros, ni sé si las tendrán las que queremos. Gracias. Como siempre en Margaritas Rebeldes.

 

2 pensamientos en “MARGARITAS REBELDES”

  1. Algunos hemos deshojado una margarita, queriendo encontrar una respuesta afectiva a: me ama,no me ama; nos vamos estructurando como esa flor, con sus pétalos firmes y adheridos a su centro.Regimos nuestro comportamiento con pautas morales y sociales, asimilamos experiencias que orientan nuestra trayectoria vital.Mostramos rebeldía ante la voluntad de rendirnos a los obstáculos. Todos necesitamos una conexión que no sea una Margarita rebelde. La afectividad penetra y colorea nuestra vida, nos proporciona los impulsos dinámicos motivadores, el ánimo, la alegría, la fuerza para no detenernos e ir en pos de más retos y aventuras,aprovechar las oportunidades que se nos presentan, impulsados por el amor a nosotros mismos y dejaremos de deshojar margaritas rebeldes.

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