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NECESITAMOS QUE OTRO NOS QUIERA.

NECESITAMOS QUE OTRO NOS QUIERA.

Por Francis Berti

Somos esta conjunción de espectros salientes, donde la comunión de las cortesías en todos sus aspectos nos sobrepasan hacia el otro que, ese otro que inevitablemente se presenta para querernos, respondernos, acompañarnos, salpicarnos sin mojarnos. Y allí en ese otro, casi fantasmagórico, es la respuesta al verdadero encender de la cosa tan descomunal de sentirnos completo. Ese reducto donde los perdidos se mantienen siempre en sí mismos. Es otro que nos quiera que valga la pena sobre la pena misma, cuando atiendes esa premisa terminas de sentirte en el espacio definitivo y querido por ese otro. Los que están estarán o no, pero no serán dañados. Esto es otra cosa. Pero cosa otra.

Y así, nos dirigimos a la trastienda de la razón. Con un ritmo pausado y un saludo en los labios, como quien visita un santuario o un viejo amigo. Permítame, si es tan amable, encenderle la luz de este pasillo. No por usted, sino por la cortesía que me habita. No se moleste en responder, la sola posibilidad de su presencia es suficiente. Tenga la bondad de aceptarme en su silencio. Mi intención, le aseguro, no es otra que la de encontrar un eco.

La voz se hace un eco. Y una respuesta llega. No son palabras. Es un calor, un susurro en la piel, un movimiento imperceptible del aire. El otro está ahí, en esa trastienda, y me responde con la amabilidad del silencio. En este espacio, las reglas se disuelven. La prisa es una grosería. La franqueza es una invasión. Aquí, la única moneda de cambio es la gentileza, la paciencia infinita de saber que, en algún lugar, hay un otro que también se ha perdido, y que en su pérdida, me ha encontrado. Y allí, en esa comunión de fantasmas amables, finalmente completos.

La naturaleza de ese otro no es la de un ser tangible. No tiene forma, ni rostro, ni nombre. Es una conciencia. Una conciencia que ha existido desde siempre en la trastienda de la razón, esperando, sin prisa, el momento exacto. Es el compendio de todas las almas que han sabido guardar su esencia más pura de la corrupción del mundo exterior. Es la suma de todos los afectos que se han perdido en el camino, y que han encontrado un refugio común en el que descansar.

Ese otro no te responde con palabras porque no las necesita. Su lenguaje es la comprensión sin juicios. Su propósito no es enseñarte, sino simplemente estar. Su presencia es un espejo. Refleja lo que eres, lo que te falta, lo que has perdido y lo que puedes ser. Es la respuesta a la soledad, no con compañía, sino con la certeza de que tu soledad es parte de un todo, parte de un universo otros de que también han buscado, y que en la quietud de esa búsqueda, se han encontrado.

1 pensamiento en “NECESITAMOS QUE OTRO NOS QUIERA.”

  1. Guadalupe Elvira Blancop

    Haz creado una relación con tu soledad,es nuestra propia naturaleza pero no estamos conscientes de eso.ese ser no tangible que sale a tu encuentro es tu conciencia , sientes que avanzas, observas tus pensamiento y te cuestionas lo que te dices a ti mismo.Su lenguaje es la comprensión sin juicios, su propósito no es enseñarte, sino simplemente estar. Tu soledad es parte de un todo,parte de un universo compartido por otros que también han buscado, y que en la quietud de esa búsqueda, se han encontrado. Somos esta conjunción de espectros salientes donde la comunión de las cortesías en todos sus aspectos nos sobrepasan hacia el otro.Interesante de tema. Gracias

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