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DESCONOCIDO

DESCONOCIDO

 Por Francis Berti

 

 

Yo jamás he traicionado ni siquiera dormido. Estas cabalgando muy lejos de ti, ni tu zaino gira la cabeza cuando pones tu bota en el estribo. Que te ha pasado amigola gente que te ha querido se te ha perdido. Será por la manada de sanguijuelas que te llevan al corral de lo desconocido. Ni siquiera has empezado que ya te has ido, que fugaz la belleza perlada de un cántaro vació, se te borra la voz, desapareció el oído, solo te queda la mirada perdida de haber intentado ser el hombre del siglo, cuatro minutos de gloria parecen te han bastado para sentirte lo que no has sido. Pero yo no traiciono ni siquiera dormido. Que te quede claro que te he dicho todo lo que he aprendido, que te quede claro que entregue mi rancho, mis últimos cobres como un amigo. Y no olvides nunca que yo no traiciono ni siquiera dormido. Si quieres seguir cabalgando lejos de ti, rebenque y espuelas se clavaran, pero no en tu potro, ya te las has clavado sin darte cuenta; por un descuido, por una china, por unas monedas de abrigo, vaya uno a saber porque hocicaste ante el vacío. Solo un revoltijo de pocos pensamientos me ha venido, que entonces gaucho amigo, no olvides nunca que yo no traiciono ni dormido. Y si te queda una carta pa’ el truco ni siquiera cantes envido, te buscara tu destino, te lo dice un ya desconocido.

 

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