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EL TIEMPO NO DA SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Lipstick

Y al final todo se resumen en las personas. Todo cae, se mezcla, se limpia, recorre el mostrador de las botellas vacías, de los vasos con rouge, y las faldas que por más largas que sean siempre se las ingenian para mostrar lo que somos. Pieles sensibles que se erizan lavando ropa y colgando sin broches. Nos queda ahí una llama más en nuestras mentes que no se cae desde los ojos, no se excita. Lejos de tener ninguna esperanza y, en cambio, lo siento, tenemos nuevos deseos de realizar algo.

Y cuando lo fui a ver en películas o en cine no estaba mirando, nos quedaba sólo la voz, la música y, sobre todo, el espectáculo; la gente, el comentario y la humildad. Lo que a mí me encanta sobrevivir es hacer vivos algunas de las características que ya están perdiendo. Si una botella de kétchup está congelada, si no les das agua hace seis días, para muchos la regla es el término baño de buena suerte.

Si tu perro, que llevas ocho años, y no tuvo la necesidad de dar un salto, porque, aunque no es un tiburón, es porque sabe cuáles son las recetas para evitar mordaces, tiene hambre, y sobrevive tener un techo a sus brazos. También los que, para descansar la tierra y sobrevivir al derrumbe del Sahara, entran a la caña de tierra; los que caen en el intento de cruzar un río, los que tienen que esperar al barquero. Asi de simple, siempre están las personas para segundas oportunidades.

Pero el secreto es la intención. Y qué intención. Una intención positiva, cuando no se supone que tiene nada que ver con el objetivo. De las negativas, los resultados siempre son similares. Como cuando olvidamos a aquellos que son los que más lo necesitan y al final terminan como niños en la calesita sin sortija, y no alcanzan para ver la película. Cualquier cosa.

En esta línea Un cambio climático es un cambio climático. Un cambio social y humano es un cambio social y humano. Y se puede negar la importancia de estas cuestiones. Sin embargo, tienes que tener el respeto de cada segundo que aprendas sobre que no es una guerra contra las paredes y estructuras a sí mismas, sino contra las personas que son todas, además de sus todas, además de sus necesidades y además de su propia naturaleza.
Con los movimientos se mueve la imagen, se libra de ruidos. Otra vez explotan los que quieren sacarse una identidad. Y con este hecho también se mueve alguna y sobrevuela la oleada de ex compañeros y amigos de rifas de un solo número, los que saldrán de su edificio como nunca antes. Para otorgar una segunda oportunidad sin que el tiempo los haya visto.

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