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FRANCIS BERTI TEATRO (OBRA TEATRO 13)

TEATRO EN UN SOLO ACTO (OBRA N° 13)

TRES PUNTOS, DOS PUNTOS     

Por Francis Berti

TEATRO EN UN SOLO ACTO

TITULO:

TRES PUNTOS, DOS PUNTOS

ESCENARIO: Un escenario nada cambiante, como unos dos escenarios enfrentados y con muchos escenarios que harían que todos los finales fueran diferentes y al mismo tiempo similares. Al mismos tiempo con virtudes y con bajezas. Con sillas vacías y sillas llenas Con sillas que vacías en el escenario, se llenan y de golpe se vacían. Los personajes son   LOS TRES PUNTOS, Y LOS DOS PUNTOS. Dos personajes, no muy vehementes en sus propias defensas, de sus intereses reconstruyendo sus principios de determinación para hacerse del prestigio en la lucha teórica y sin obituaridad, sino en una reconstrucción de una escalera de sus propias entradas sin saber a dónde. Algo se irá acercando que entrará sobre el final.

PERSONAJES:

TRES PUNTOS: (su vestimenta se resalta por ser una sucesión de telas  texturas y colores, en un patrón definido, como si hubiese robado un trozo de cada época. Su voz es rápida, llena de urgencia y desdén).

DOS PUNTOS: (su presencia destella lo primordial. Lleva una sola tela, lisa y sin costuras, de un color negro inmaculado. Su voz es grave, profunda, con una cadencia resonante).

(El telón se levanta sobre un escenario fijo. Hay una escalera sin principio visible y sin fin aparente que se extiende oblicuamente. Las sillas vacías de la audiencia se llenan instantáneamente con figuras uniformes y grises que parpadean fuera de la existencia de nuevo. LOS TRES PUNTOS está agitado, moviendo sus brazos en círculos.)

TRES PUNTOS: ¡Absurdo! ¡Absoluto e innegable! Mira el escenario. No cambia, pero promete un millón de finales. ¿Por qué? Por nuestra culpa. Nuestra maldita indecisión de la clausura. Eres un preámbulo perpetuo, y yo soy la promesa vana de lo que viene… o no.

DOS PUNTOS:(Permanece inmóvil, su tela negra absorbiendo la luz. Su voz es profunda, resonando en la madera del escenario).El preámbulo es la única verdad. Eres un error de la continuidad, Tres Puntos. Eres la cobardía del enunciado. Te niegas a nombrar lo que viene, a enfrentar la consecuencia de tu existencia. Y sin embargo, nos encontramos aquí, en esta escalera absurda, en busca de un prestigio teórico que solo existe para qué tengamos algo que hacer.

TRES PUNTOS: ¡El prestigio es la causa! ¿Por qué crees que estamos en esta escalera? Para que el público, si existiera, sepa que somos más importantes que el simple punto. Pero tú, Dos Puntos, ¿para qué sirves sino para introducir una lista, una explicación, algo que ya está dicho? Eres el heraldo de la obviedad.

DOS PUNTOS: Soy el portal. No prometo el infinito como tú, sino la claridad inmediata. Mi propósito es doble y simétrico: anuncio el resultado, el listado o la cita. La verdadera virtud es la que enfrenta la inminencia. Tú eres solo la bajeza del aplazamiento. Mira estas sillas: se llenan, se vacían. ¿Por qué? Porque tú les prometes algo que no llega.

TRES PUNTOS: ¡Y tú les prometes algo que ya saben! La diferencia es crucial. Mi final es siempre diferente y similar al mismo tiempo. Es la ontología de la posibilidad. Tu final es fijo, un mero despliegue.

(TRES PUNTOS sube un escalón con un movimiento nervioso. DOS PUNTOS, con lentitud desafiante, sube el mismo escalón. La escalera gime levemente bajo la doble carga.)

DOS PUNTOS: La realidad metafísica está en la necesidad del enunciado. Si me usas, es porque algo debe seguir. Mi existencia es la prueba de que hay una determinación en el lenguaje, aunque esta sea trivial. Tu existencia es la prueba de que existe el miedo a esa determinación.

TRES PUNTOS: Y mi miedo es lo que crea el espacio para el absurdo. ¿Por qué luchar por el prestigio si el prestigio es una coma maleducada?

(El sonido de algo acercándose, pesado y lento, comienza a resonar. No viene de arriba, ni de abajo, sino de la base de la escalera misma, amenazando la estructura.)

DOS PUNTOS: Porque sin prestigio, solo queda el silencio. Y el silencio…

TRES PUNTOS:…es el Punto Final que ambos tememos.

(Ambos se quedan congelados, escuchando el acercamiento del ruido. Se miran, no como rivales, sino como cómplices en la huida de la clausura.)

DOS PUNTOS: Su voz grave desciende a un susurro tembloroso, a pesar de su traje de determinación).No, no tememos al silencio. Tememos al Punto Final. Tememos a la Clausura Absoluta.

TRES PUNTOS: (Agita un retazo de su atuendo como si quisiera espantar una mosca).¡La clausura es la negación de la posibilidad! Yo existo para decir: “Hay más, pero no lo diré ahora.” Es la suspensión del juicio. El Punto Final, en cambio, es la sentencia. Es la arrogancia de la finalización.

DOS PUNTOS: Pero, ¿Quién te dijo que el Punto Final representa realmente la clausura? Yo soy el portal, y sé que un enunciado que termina con un Punto {un hecho.} es el más peligroso. Porque el Punto no termina; solo obliga a empezar de nuevo. Obliga a una nueva frase, a un nuevo párrafo, a un nuevo tema. No hay más espacio para la duda ni la promesa, solo para la Determinación Siguiente.

TRES PUNTOS:(Mira el suelo, donde el ruido que se acerca ya vibra bajo la madera).Estás jugando con fuego. La gente ve el Punto y lo respeta. Se detiene. Yo, en cambio, soy una invitación a la deriva, a la especulación. Mi esencia es la no-determinación. Si el Punto Final es solo un mandato de reinicio, entonces toda nuestra lucha es más absurda de lo que pensaba. Si el Punto Final no representa el cese, entonces ¿Dónde está el verdadero fin?

DOS PUNTOS: Esa es la pregunta que nos mantiene subiendo esta escalera inútil. El verdadero fin es lo que se acerca ahora. Algo que no es ni la suspensión (tú), ni la introducción (yo), ni la obligación de reinicio (el Punto).

TRES PUNTOS: Entonces, ¿Qué es ese ruido que se acerca, Dos Puntos? ¿Es la Nada? ¿Es el olvido olvidado?

DOS PUNTOS:(Sus ojos fijos en la base de la escalera, donde la madera ya comienza a astillarse con cada vibración). No. Es la Entidad sin Semántica. Es lo que está fuera de la gramática. Es lo que no puede ser puntuado…

(El ruido aumenta. Un trozo de madera de la escalera salta por los aires, revelando una sombra vasta y amorfa justo debajo de ellos.)

(El diálogo culmina en el terror ante el ruido que se acerca, revelando una sombra vasta y amorfa.)

DOS PUNTOS: (Sus ojos fijos en la base de la escalera, donde la madera ya comienza a astillarse con cada vibración).No. Es la Entidad sin Semántica. Es lo que está fuera de la gramática. Es lo que no puede ser puntuado…

(El ruido aumenta. Un trozo de madera de la escalera salta por los aires, revelando una sombra vasta y amorfa justo debajo de ellos.)

LA PREGUNTA SIN FIN

De la sombra no emerge un cuerpo, sino una forma hueca que vibra con una energía silenciosa. No es una figura, es una presencia hecha de pura incerteza. En su superficie, o donde debería estar su rostro, no hay ojos ni boca, sino un par de signos de interrogación invertidos, inmensos y luminosos, que giran lentamente.

Es la Pregunta Sin Fin, la entidad que no requiere respuesta.

TRES PUNTOS: (Lanza un grito agudo, su voz rápida ahora es un mero hilillo de pánico).¡No es el Punto Final! ¡Es peor! ¡Es la Interrogación Eterna! Mi existencia es la suspensión de la respuesta, ¡pero yo al menos prometo una! Ella… ella anula la necesidad de la promesa misma.

DOS PUNTOS: (El negro inmaculado de su tela parece volverse opaco por el miedo).

Mi prestigio se basa en la introducción a la conclusión. Ella es la introducción a la nada de la conclusión. La verdadera realidad metafísica es que el vacío se llena con preguntas que no necesitan ser formuladas.

(La entidad  asciende con la pesadez del plomo. Su presencia irradia una duda tan absoluta que las sillas del público fantasma en el escenario se llenan y se vacían a una velocidad vertiginosa: la indecisión total.)

TRES PUNTOS: ¡Sube! ¡Sube, Dos Puntos! La escalera es nuestra única defensa. Es la continuidad forzada que nos mantiene alejados del abismo.

(Ambos comienzan a subir frenéticamente la escalera sin destino. El TRES PUNTOS con la urgencia del que huye de lo inminente, el DOS PUNTOS con la rigidez forzada de la determinación fallida.)

DOS PUNTOS: (Gritando mientras sube).

¡Toda nuestra lucha por la determinación y la suspensión fue una farsa! Solo existimos para qué alguien más no tuviera que enfrentar a

TRES PUNTOS: (Jadeando).

¡Y por qué huimos! ¡Porque ella nos obliga a ser honestos! Nos obliga a admitir que no tenemos ni una lista para introducir, ni nada para suspender… ¡solo este ascenso inútil!

(La Entidad choca contra la parte inferior de la escalera. El ruido es un “CLANG” resonante y hueco. La escalera se tambalea violentamente. LOS TRES PUNTOS y LOS DOS PUNTOS se abrazan instintivamente, no por afecto, sino por el terror a ser arrojados al abismo de la incerteza eterna.)

TRES PUNTOS Y DOS PUNTOS: (Al unísono, un grito que es una súplica final).

¡No queremos que nuestro final sea una pregunta!

(Pero la Entidad sigue ascendiendo, silente, implacable, negándoles la posibilidad de cualquier puntuación resolutiva.)

(El telón cae sobre la escalera que se tambalea y el ascenso desesperado, dejando solo el signo vibrando en el aire.)

FIN DEL TEATRO EN UN SOLO ACTO

 

 

 

 

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