El Ministerio de Desarrollo Social es hoy el Hipermercado más grande de la Argentina, y fue creciendo proporcionalmente en dirección reciproca al aumento a la implementación de la pobreza intencionada, una sociedad que se ha convertido en el gran negocio del hipermercado donde los proveedores no son más que la politik vernácula de turno, transformados en transformados en benefactores por conveniencia, extraños al compromiso de las ideas y las causas; una gran industria del mal, que no podría existir sin una sociedad de intereses que hace que los votos sean la moneda de cambio de la corrupción y la mediocridad, ejercida por los funcionarios del gobierno y la corrupción al servicio del poder.
El circo y los payasos de la politik se descascaran como si les hubiese pasado varios centenares de años, corrugados rostros que desean aferrarse al establishment de turno que ya no tiene asidero. Todo es cuestionable objetivamente, los pueblos no resisten cinco minutos de ambigüedades discursivas, el ordenamiento particular conduce hoy el camino de lo general, ya no puede separarse, la llamada inmunidad de rebaño fracaso, el rebaño no responde al unísono, sino que primero se interconecta entre si y toma sus propias decisiones.
La crisis de la democracia representativa es tal que ya nadie se atreve a pronunciar que todo está bien, todo está peor, ya nadie se atreve a decir que todo va bien. El establishment está acorralado, la ciudadanía se ha desorganizado, se ha desmovilizado, ha perdido la capacidad de reacción ante la injusticia, quizás porque es injusta o quizás porque ya no lo espera, quizás porque es injusta o quizás porque ya no lo espera, la ciudadanía no espera nada de los partidos, espera algo de la ciudadanía, el ciudadano está harto, su indignación es total, no le queda nada en cambio a cambio de la indignación.
La política está completamente desacreditada en la retina de la ciudadanía, no es culpa de la ciudadanía que la política sea una basura, es culpa de los políticos por no producir una buena política, por no haber sabido reaccionar ante la crisis económica, , por no haber sabido reaccionar ante los que han jugado con la crisis para su propio bien, por no haber sabido reaccionar ante los que han acabado con la democracia, por no haber sabido reaccionar ante los que han acabado con la sociedad civil, por no haber sabido reaccionar ante los que han acabado con la ciudadanía.
Hoy la ciudadanía no espera nada de la política, el ciudadano se ha desmovilizado, se ha desorganizado, no espera nada de los partidos, espera algo de la ciudadanía, la ciudadanía no espera nada de los partidos, espera algo de la ciudadanía, lo que no se entiende es que alguien pueda esperar algo de la política, la política es un desastre, la política no representa a la ciudadanía, la política quiere seguir acaparando poder, la política quiere seguir siendo la sobrevivencia de unos pocos, la política no es una forma de vida, la política es la vida de unos pocos que quieren seguir siendo pocos.
La ciudadanía espera algo de la ciudadanía, se espera algo de la ciudadanía, el ciudadano se ha desmovilizado, se ha desorganizado, no espera nada de los partidos, espera algo de la espera algo de la ciudadanía, la ciudadanía no espera nada de la política, espera algo de la ciudadanía, la ciudadanía no espera nada. La ciudadanía ya ha comenzada a actuar de manera invisible…cuando menos lo esperen se visibilizara.