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ITENTALO OTRA VEZ

INTENTALO OTRA VEZ

Por Francis Berti

Levántate de la cama, ponte cualquier ropa, rejunta todos los pocos pesos que tienes, lávate el rostro. Abre un mapa, busca una ruta, una que más o menos conozcas, una que tenga gasolineras no muy distanciadas, que no haya vacios tan largos, con bares y cuartos para descansar, el viaje será largo. Llena el tanque de tu descascarado automóvil arrugado y color indefinido como tus pensamientos. Ponlo en marcha ¿arranca todavía? Humeando un poco. Bien, entonces acelera suavemente. Ya estás en movimiento, quítale la capota, que el sol y el viento te peguen en la cara, cálzate las gafas para que nada te nuble ya más la visión. No sabes dónde vas, eso es bueno…solo vas, sin sacar la vista de la ruta y sin mirar los espejos retrovisores. ¿Llevaste suficientes cigarros? Detente en esa gasolinera, que solo tiene un surtidor, dos sillas y un viejo teléfono. Seguramente pasa por tu cabezota hacer un llamado, ni se te ocurra. Sigue hasta la próxima, la tienes marcada en el mapa. El parabrisas se va pintando de coloréenos insectos que te colorean las escrituras que en la próxima parada seguramente garabatearas, sentado y rascándote la barbilla. Tu motor no suena bien, algo dentro está roto… muy roto. Piensas… Piensas… Y si, tienes que llamar. Sé que no quieres. Pero sabes que, se que estas muy molesto…muy molesto por lo que sucedió la última vez. Pero mira, a veces hay que olvidar, a veces hay que tragarse el orgullo, por no decir metérselo en el culo, recuerda, los dos se equivocaron, pero si no llamas ese motor no volverá latir. Llama, te apuesto que viene y te lo arregla… ¿Cómo es que me decías, que te decía cada vez que te encendía? Ahhh, ya me acorde…”Ya te lo sane”, esas eran las palabras. ¿Llamaste? ¿Viene? ¿Sí? Bien. Mientras llega, garabatea el parabrisas, prende un pucho y bébete un whisky. Quizás los siguientes kilómetros no los hagas solo.

1 pensamiento en “ITENTALO OTRA VEZ”

  1. Recorrer caminos diferentes, no importa adonde nos lleve, solo déjate llevar en tu viejo automóvil, es justo un instante perfecto, los pensamientos son
    Liberados en ese silencio que te acompaña, donde tu coraje se disipa y admites que te equivocaste , comprendes y aceptas que necesitas esa compañía, te comunicas y esperas y aceptas que la vida es un Don gratuito, lo comprendes y esperas fumándote un cigarro y saboreando un wisky. Gracias Francis, interesante contenido.

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