LA VIDA NO ES UN PROBLEMA A RESOLVER….
Por Francis Berti
Es en definitiva disfrutar de los vicios más completos de aquellos momentos viciados del transcurrir, de saltearse y disolver las oscuridades. La vida no es un problema a resolver. Te llenas con solo detenerte en aquellos instantes a disfrutar la inmensidad de los detalles. Imaginen detenerse horas de saborear solo dos palabras que siempre las dejamos para el final de una conversación, como cierre de verbo imperfecto que suena vago, sin darle el espacio interdimencional que ellas puede cambiar lo recurrente por venir; esas dos palabras son sencillamente “Te quiero” pero las arrojamos o las escuchamos sin remordimiento, de decir ; ¡Un momento¡ esta conversación no termino…no, no, esta conversación comienza aquí…comienza con un te quiero, entonces el escenario cambia, los actores del instante toman conciencia que esa es la circunstancia por la luz que sumara, quizás en silencios o no, poco importa. El núcleo por el que la vida no es un problema a resolver, es comenzar por un te quiero, que estallara pixelando y cambiando los colores de cada palabra, sonido y aromas, que otra manera habría que insertar sin saber bien si es el momento adecuado. Como sucede casi siempre en las conversaciones donde el Te Quiero va de cierre, lo enceramos de cierre. Pruebe que sucede, les aseguro que se llevaran sorpresas de otro mundo…Comiencen la conversación con un Te Quiero, casi nadie está preparado para que la conversación de la nada comience así. Es comenzar con los reales fuegos de artificio, esos que no estábamos preparados pero siempre los encendemos al final, encendámoslos al principio. Es hora que los vicios se amalgamen, se ondulen en los suaves movimientos de nosotros y salpiquen como mareas que cambian sin desaparecer. Todo está allí, todo estallara en silencio porque la vida no es un problema resolver.
Un té quiero al inicio de la conversación a la persona indicada disuelve el espacio Interdimensional y cambia lo recurrente por venir.Es parte de la salud mental estar bien emocionalmente. Dos palabras que emanan luz incondicionalmente, que dichas al inicio hacen estallar el silencio, cambiando el sentido de la conversación, le dan tanto significado al momento,sonidos y aromas que mágicamente transforman y se establece una intercomunicación más interesante,porque la vida no es un problema a resolver, es valorar y agradecer.