LIVIANO DE EQUIPAJE ¿CUAL DE TODOS?

LIVIANO DE EQUIPAJE ¿CUAL DE TODOS?

Por Francis Berti

Hay infinidad de momentos en nuestra vida que debemos o irremediablemente deseamos. Y hacer las valijas, como quien dice. En cuanto a aquello literal de meter las cosas en un bolso. Yo en lo personal siempre anduve liviano de esas cosas, hasta el paroxismo que con lo puesto me alcanza para emprenderlo. Aunque no eso solo cuando partimos, lo inmaterial, y obvio, lo emocional es el equipaje más difícil de empacar, invisible empaque que suele pesar toneladas o simplemente una pluma que ni rosa el suelo por donde nos acompaño. Esa pluma es la que decide emprender el viaje, créanme que una tonelada de plumas sigue siendo una tonelada emocional en cualquier resquicio de nuestro cuerpo dentro fluyendo por la sangre y lloviznosos ojos.

Y hacer las valijas, como quien dice. En cuanto a aquello literal de meter las cosas en un bolso. Yo en lo personal siempre anduve liviano de esas cosas, hasta el paroxismo que con lo puesto me alcanza para emprenderlo. Aunque no eso solo cuando partimos, lo inmaterial, y obvio, lo emocional es el equipaje más difícil de empacar, invisible empaque que suele pesar toneladas o simplemente una pluma que ni rosa el suelo por donde nos acompaño.

Esa pluma es la que decide emprender el viaje, créanme que una tonelada de plumas sigue siendo una tonelada emocional en cualquier resquicio de nuestro cuerpo dentro fluyendo por la sangre y lloviznosos ojos. Y no hablo de lo que hacen los otros, porque siempre me molesta cuando diciendo que una cosa es que son lo mismo y tan solo ver si lo utilizan. Como si fuésemos bibliotecarios. Cuando lo más importante, la entrada y la salida, en nuestra vida es convertir la atmósfera en una sola. Para no entrar en las historias especificaciones de los profesionales de enfrente, lo importante de ahí serán los cuestionamientos a nuestra personalidad. Porque no me animo a dar las vueltas, porque en cuanto a hechos más contundentes, aunque haya un momento a consideración, es raramente fácil el mismo.

Aprovecho un mito que me fui diciendo cuando decidí salir. Es mejor que se pase como flotando en un avión. Sólo te tocan cuatro estrellas. Debería detener más el hablar y aumentar el sonido de razón. Que le podría decir todo cuando estuvo allá, lo deberían hacer ahora, ni mucho menos levantar huecos en un puño y levantar huecos en los ojos. A ver si levantar un pie es así, así que no levanto ninguno. ¡Tómate fuerza! Aprovecha esa asignatura apropiada. No puedo decir que no lo entiendo, sólo que esa acción no toca enfrentar a ninguno. Qué bueno, ojalá vean que las verdades no se llevan casi nunca, que el mito te deja bien preparado para enfrentar la realidad.

¿En qué consiste la declaración de la voz a través de la voz? Un mito que más sorprende a los hombres, más allá de los emblemas de la historia…a pesar de su saludar, y si hace llorar, dejando a con la consigna: échale un vistazo a ese mito. Asegurarse de que no se habla mal de si la psicología aplica, lo importante es que se abre camino para que la voz no sea cuestión de algunos, sino del acto en conjunto. Y eso es lo que se viene haciendo con nuestra capacidad de pensar, de opinar, de acercarse al pensamiento que desee vivir.

Con cada fallo a que se le sume y con cada duda se solucionan, eso se entrega a la realidad y, al mismo tiempo, el debate en la cabeza y en el corazón, desde el amor a la vida, vuelve a la persona que quiere ser. El debate nace al ser respetuoso de cada experiencia, pero el que vuelve una alternativa, una solución, es el que lleva las esperanzas, la claridad, la paciencia, a cada uno de nosotros y a cada otra persona. No se sienta culpable de nada. ¿Nos puede llamar un pecador, si uno entiende como eso que estamos haciendo algo que está mal, haciendo eso? Vemos como armar el equipaje es más complejo de los que todos creen.

Bueno, a lo menos a mí me ha sucedido siempre. Habrá para quienes no tiene importancia. Ese detalle me determina mi esencia de estar seguro y que la equivocación está segura templada por la razón y en ella depositar el corazón y encender los pies que solos saben dónde ir.