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LO QUE SOMOS SIENDO ¿LO SOMOS?

LO QUE SOMOS SIENDO ¿LO SOMOS?

Por Francis Berti

Lo que somos siendo ¿lo somos? En las autenticas centralidades de un mismo patrón interferimos con él o apartamos un diferente hecho de análisis por cada diminuto patroncito de vulnerabilidades que nos empuje hacia ¿Lo Somos?

Y la respuesta, claro, no es una, sino un eco que se pierde en el laberinto de la mente. Quizás la interferencia es la esencia misma del ser. El patrón, esa matriz silenciosa de la que venimos, no existe sin el acto de torcerlo. Cada uno de nuestros miedos, cada pequeña fisura, cada patroncito de vulnerabilidad, no es un desvío, sino la herramienta con la que se talla la individualidad. Nos empuja a la pregunta, sí, pero no para hallar una respuesta definitiva, sino para sentir el peso de esa pregunta en cada fibra de nuestro ser.

Pero la percepción de esto es, en sí misma, el gran dilema. Visto desde adentro, desde la percepción interna, cada acto es una elección, un camino que se abre. Nos sentimos dueños de nuestro desvío, arquitectos de nuestra propia grieta. El “ya somos” es un ancla que negamos, un pasado que intentamos reescribir con cada nuevo “somos”. Nos aferramos a la idea de que la autenticidad se encuentra en el constante acto de devenir, en el esfuerzo de ser más que lo que fuimos.

Sin embargo, la percepción externa nos condena. El observador nos ve como un patrón fijo, un hecho ya consumado. “Tú eres así”, nos dicen, y con esa frase, borran de un plumazo todo el trabajo de la autocreación. Para ellos, no hay “somos” ni “devenires”; solo un “ya somos” inmutable, un destino escrito en cada gesto. Y esta fricción, este choque entre la inmensidad de nuestro mundo interior y la rigidez del mundo exterior, es donde la verdadera adversidad se instala. La lucha no es contra el patrón, sino contra la lectura del patrón que otros hacen de nosotros, y, en última instancia, contra la que nosotros mismos hacemos. La pregunta deja de ser filosófica y se convierte en una herida abierta: ¿quién tiene el derecho de definir lo que somos?

La nueva definición, la fisura que se abre en este punto, es que nadie tiene el derecho, pero todos tienen la potestad. No somos definidos por una sola voz, sino que existimos en una constante interdefinición. Lo que somos no es un monolito inamovible, sino un espejo fragmentado que refleja el patrón que el mundo ve, la imagen que nosotros proyectamos, y la vulnerabilidad que reside en el intento de conciliar ambas. El “somos” deja de ser una afirmación para convertirse en un punto de encuentro, un territorio en disputa donde la percepción de uno y la del otro colisionan, se superponen y, a veces, se entrelazan.

Nuestra existencia, entonces, es esa danza perpetua. Somos el resultado de lo que creemos ser, de lo que los demás creen que somos y de la forma en que esas dos percepciones se reflejan mutuamente. La adversidad no es que no exista una respuesta, sino que la respuesta es un diálogo infinito, un eco que nunca termina de resonar

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