NO PODEMOS TENER TODO LO QUE QUEREMOS

NO PODEMOS TENER TODO LO QUE QUEREMOS

Por Francis Berti

Te sientas y miras la botella que te habla, el pequeño vaso se acurruca a ella muerta de sed. Te revuelves el cabello tratando de conectar las yemas d los dedos como si fueran terminales nerviosas esperando las chispas de las respuestas. No las hay. No las todavía. La botella sigue viéndote y te espera. Y en su idioma de arrebato te susurra- No puedes tener todo lo que quieres-.Y alli no conforme te dice bébeme si puedes- comencemos entonces. ¿y si puedo?. Se ríe. Siempre tendrás que elegir entre más tiempo y un poco menos tristeza. Es como sentir algo del cuerpo, la emoción, la sensación de tener pánico al rato. Para mirar frente a una botella tan cercana y dejar que te hable a punto de hacer todo lo que no puedes. La máquina de juego es táctica, te permite mantener la iniciativa al extremo, pero también te permite, según como se observe con el fin de llegar a quien la puedas alcanzar- y al igual que una nueva esperanza, que no está construida y cada vez es menor, más difícil de encontrar. Aunque sea que para llegar a la piel eso requiera entre 3 y 5 veces más tiempo que la que dura el vuelo de tu propio libro. Me refiero a casi a la disolución del tiempo. Es demasiado tiempo -Sí, hay, lo siento. Pero, por ahí, un poco de abrazos, una máquina de juego para poner cosas, o que te impongan cosas al hombro y te ayuden a que veas una realidades infinitas que alli están y se quedaran para siempre.. Tenemos ese poder, pero sin mostrar ser inteligentes. Pero es una cosa. El vuelo más largo es la ilusión. Te abre la ventana de esperanza y crees que ya estás en las mejores condiciones. Pero no es así.-No, te dice subiendo el volumen-.Venga al borde del abismo.-Sí, mira el viento y cuando lo veas como una maleta hacia abajo, la ilusión ya se hace realidad. No, la ilusión más llevadita es lo que requiere para poder levantar el cuerpo y prestarle atención. En cambio la respuesta más rápida y sencilla en este momento son aquellas que nos vienen de abajo.-Seguro, entonces, por qué no se las traiga. ¿Quieres creer que vamos a tener el instante?.-No sé, me parece que me está mirando y ya puedo creer esa persona que diga. Puede estar más mirando. ¿Es que el lugar está vacío?.-No, yo siempre digo que ya debe abrirse la ventana de esperanza y, por supuesto, la conclusión es  la misma: por que no se abre, no se puede creer, no se puede nadar de cabeza. Esta es una nueva ilusión. En la vida no hay elección. Donde esté la vida, también está la ilusión, pero ¿cómo no se abre? Desde luego, es una exageración. No tengo por qué criticar a esa persona ni a cualquiera, pero es bueno saber que se puede abrir .No en la realidad de hoy realidad, solo se me ocurre, se me ocurre que ha esta siempre abierta. Solo nos falta entrar y ver si ese espacio es el verdadero. O no entrar nunca. La botella dejo de hablar. Esta vacía. El vaso también. La vida no.