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TERMINA EN UNA SABANA BLANCA

TERMINA EN UNA SABANA BLANCA

Por Francis Berti

Todo termina en una sábana blanca, las cosas y los cosos se resuelven por los lugares adversos que empezaron, los lugares comunes se sumaron sin invitación, palabras que sumaron circunstancias que sumaron trayectorias más comunes que lo vivido, más volátil que lo que vuela.

Y esa sábana, al final, es la misma que la de cualquier cama de hospital, o la que cubrió un mueble viejo en una casa olvidada. No importa lo mucho que uno creyó vivir algo único, al final, el desenlace siempre tiene un aire desfamiliar. Los problemas, esos que parecían gigantes, no se deshicieron en una explosión; simplemente se desinflaron, se arrastraron de vuelta por el mismo camino de tierra de donde salieron. Uno cree que se escapa, pero la vida es una noria, siempre te devuelve al punto de partida, solo que más cansado y con menos ilusiones en el bolsillo.

Las frases hechas, los consejos baratos, esos “todo pasa” y “la vida sigue”, se metieron sin que nadie los llamara. Se instalaron, ocuparon espacio y, de pronto, lo que sentías como tuyo, como un dolor o una alegría que solo vos conocías, se volvió un cuento más del montón. Esas palabras crearon una historia que te pareció ajena, una trayectoria tan predecible como la de una pelota que siempre cae por la misma pendiente. Lo que uno pensó que era una aventura, una hazaña personal, se convirtió en otro capítulo de la guía turística de la existencia.

Y sí, es más volátil que lo que vuela. Una pluma en el viento, un suspiro que se diluye en la nada. La memoria, esa traicionera, se encarga de lijar los bordes, de pulir lo áspero, hasta que lo que fue un grito se convierte en un murmullo distante. Al final, no quedan los grandes gestos, sino las migajas de lo cotidiano, los pequeños fracasos que nadie celebra. Y uno se da cuenta de que la verdad no estaba en lo extraordinario, sino en esa simpleza aplastante que te deja sin aliento y sin respuestas,  la sábana blanca. La sábana que, inevitablemente, te espera a ti.

1 pensamiento en “TERMINA EN UNA SABANA BLANCA”

  1. Guadalupe Elvira Blanco

    Todo termina en una sábana blanca. La vida va a requerir muchas despedidas, se quedan atrás esas historias que hablan de nosotros, las puertas se cierran al igual que los capítulos cerrados en la guía turística de la existencia se volvieron más volátil, que lo que vuela y nos damos cuenta de que la verdad no estaba en lo extraordinario sino en esa simpleza aplastante que te deja sin aliento y sin respuestas, la sábana blanca que inevitablemente te espera.Aún podemos ser agradecidos por lo que vivimos y receptivos a lo que viene. Excelente Reflexión. Saludos Francis.

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