VOY A LLEGAR
Por Francis Berti
Cada uno de nosotros es un animal que ha sido despedazado en algún momento de nuestra vida, en el más oscuro, sucio y maloliente callejón… Voy a llegar, frase que golpea como campana de salida, es salida, no es llegada, es la inquebrantable decisión de levantarse las faldas bajarse los pantalones y mostrar que siempre seremos esto, eso. Raspar cada ladrillo y besar la mezcla pegajosa de la razón…Voy a llegar…
Escuchen esto Siempre: no abandono ni olvido la dirección más ilegible que me hayan dado, no dejo los perfumes sueltos, las manos suaves y de las otras, porque las amo a todas. Me construyo en ellas empujando mi humanidad y si fuera carnaval los estaría mojando. ¿Saben qué? Voy a llegar… y lo hare porque siempre estuve llegando, estuve en el voy. Sin huidas derruidas.
Me reconstruyo tu frase, me unió tu elegancia deshilachada de los hilos rojos que succionaron nuestros sitios de un siglo a otro. ¡Qué demonios! nadie lo imagino, lo sentí a los ocho y tu muy probablemente a los siete. Cuando aun estas verde de pajas, ella ya roja por procrear. Estoy en ese quiebre de la escritura donde pierdo la noción de quien sigue escribiendo, tú o yo. Mi noción es sigue tu marca, tu marca es tu presencia. Tu presencia es voy a llegar…
El sentimiento del olvido selectivo, Como si se vieran a todos hacer, y volver a los noventa para arrancar un año del año nuevo, no sé si vamos a tener sino un año en los que se muerde el romance. Todavía sigo de vuelta a los sitios marcados en resaltadores verdes. Hilos rojos iridiscentes suaves aterciopelados que vencieron y así venció y sedujo tanto nuestros lugares de la misma época en compartir imágenes de miradas de diferentes duraciones y días. ¿Por qué uno, todavía vuelve a los lugares de otro tiempo y todavía disfruta de estos y de otro par? Creo que esto siempre hace ver más que tu sol. Deja ver tu sombra de voy a llegar.